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“Desigualdad en salud en América Latina y el Caribe: la persistencia de brechas e injusticias que obstaculizan el desarrollo social inclusivo y sostenible”

26 de junio de 2024|Evento

En el marco del Proyecto de la Cuenta de Desarrollo de las Naciones Unidas “Sistemas de salud resilientes con cobertura universal en América Latina y el Caribe”, se llevó a cabo el panel de discusión “Desigualdad en salud en América Latina y el Caribe: la persistencia de brechas e injusticias que obstaculizan el desarrollo social inclusivo y sostenible”, cuyo propósito fue discutir y reflexionar sobre la relación entre los ejes estructurantes de la matriz de la desigualdad social, los determinantes sociales de la salud, que inciden tanto en términos de acceso como de resultados, subrayando el carácter estructural e injusto de las diferencias y desigualdades en salud.

El evento contó con las presentaciones de María Luisa Marinho, Oficial de Asuntos Sociales de la División de Desarrollo Social de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), quien expuso sobre la “Desigualdad y salud en América Latina y el Caribe: dimensiones clave para avanzar hacia el desarrollo social inclusivo y sostenible”, y de Orielle Solar, Jefa de la Unidad de Promoción de Salud y Determinantes Sociales del Departamento de Determinantes Sociales y Ambientales para la Equidad en Salud de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), sobre el rol de los determinantes sociales en la superación de las desigualdades en salud.

En adición, se compartieron desafíos y experiencias de implementación de reformas a los sistemas de salud de la región para abordar las desigualdades en salud y avanzar hacia la Cobertura Universal de Salud (CUS). Entre ellas, destaca la experiencia de Chile, con la propuesta de reforma al sistema de salud del Ministerio de Salud (MINSAL), cuyo componente central es la Atención Primaria de Salud (APS) Universal. Si bien, la atención primaria pertenece al seguro público de salud (Fondo Nacional de Salud o FONASA), la propuesta de reforma propone que todas las personas inscritas en un territorio o municipio tengan acceso y cobertura a la atención primaria independiente de su seguro de salud, ya sea privado o público. Hasta la fecha, el Programa de APS Universal se implementa en 21 comunas, representando un importante logro a nivel regional. También se discutieron los esfuerzos realizados por el Ministerio de Inclusión Económica y Social del Ecuador para atender las desigualdades en salud y los desafíos relacionados con el presupuesto destinado a salud, y los elevados gastos de bolsillo de su población.

Se reconoció que las enfermedades que, aunque a menudo se atribuyen únicamente a la responsabilidad individual, dependen del modelo de desarrollo de los países y de los determinantes sociales de la salud, condicionados por la matriz de la desigualdad social como son el género, la raza, residencia, etnia, entre otros, se encuentran desigualmente distribuidos. En este contexto, la participación organizada y territorial vinculante se considera como un elemento clave para contrarrestar dichos efectos, incidir en las políticas públicas y mejorar los resultados en salud.  También se reafirmó la concepción de la salud más allá de la visión biomédica, relacionada únicamente a la presencia o ausencia de enfermedades, considerándola como un fenómeno social que debe involucrar un conjunto de políticas públicas de vivienda, protección social, educación, entre otros, subrayando el diálogo e interacción que debe promoverse entre actores de diferentes sectores. Finalmente, se identificó como desafío común la necesidad de aumentar la inversión o gasto público en salud y disminuir los elevados gastos de bolsillo, de tal manera de abordar la desprotección financiera que suelen incurrir los hogares para acceder a los servicios de salud, no obstante, dichos cambios deben garantizar la sostenibilidad financiera de los sistemas de salud en el corto, mediano y largo plazo.

De esta manera, el panel promovió la reflexión y el diálogo interregional sobre el impacto de la salud en el desarrollo social inclusivo y sostenible, y la importancia de impulsar reformas en los sistemas de salud para reducir las desigualdades de salud. Ello reafirma el compromiso de América Latina y el Caribe con fortalecer la atención primaria de salud como estrategia central de las reformas estructurales a los sistemas de salud que permitan avanzar hacia sistemas universales, integrales, sostenibles y resilientes.

Este panel fue parte del IV Seminario Regional de Desarrollo Social (SRDS), llevado a cabo del 25 al 27 de junio de 2024, que tuvo como objetivo fomentar la reflexión y el diálogo para avanzar en el reconocimiento, análisis y dimensionamiento de la desigualdad social a nivel regional, en preparación para la Segunda Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social a realizarse en 2025.

Antecedentes

El panel realizado en el marco del IV SRDS contribuye al proyecto de la cuenta de desarrollo de las Naciones Unidas “Sistemas de salud resilientes con cobertura universal en América Latina y el Caribe”. El evento facilitó la discusión interregional e intersectorial sobre el impacto de los determinantes sociales en las desigualdades en salud, tanto en términos de acceso y resultados, puesto que están condicionados por los ejes estructurantes de la matriz de la desigualdad social y el modelo de desarrollo de los países, siendo altamente ineficiente para alcanzar el desarrollo social inclusivo y con ello, el desarrollo sostenible.

Desde la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), se reconoce que la salud no solo es un derecho humano fundamental, sino también un componente esencial del bienestar integral de las personas y central para alcanzar el desarrollo sostenible en sus tres dimensiones: desarrollo social inclusivo, desarrollo económico y la sostenibilidad ambiental. La interrelación entre el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 3, que establece garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades, y el resto de los ODS, afecta directamente los avances como también retrocesos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Ello evidencia que la salud es fundamental para las estrategias de desarrollo y para la reducción de las desigualdades, por lo que, sin salud no es posible el desarrollo social inclusivo y sostenible.

Además de las debilidades estructurales de los sistemas de salud de la región, como el subfinanciamiento crónico, segmentación y fragmentación, la influencia de los determinantes sociales como la educación, los ingresos, la vivienda, el agua y el saneamiento, y las condiciones laborales y ambientales, entre otros, profundizan las desigualdades en salud y sus resultados. El documento “Salud y desigualdades en América Latina y el Caribe: la centralidad de la salud para el desarrollo social inclusivo y sostenible” (Marinho, Dahuabe y Arenas de Mesa, 2023) de CEPAL, evidencia dichas desigualdades existentes en salud, producto de la distribución desigual de los determinantes sociales de la salud condicionados por la matriz de la desigualdad social.

Como estrategia central para abordar los determinantes sociales de la salud y avanzar en reformas estructurales en los sistemas de salud y su cobertura universal, desde la CEPAL y la OMS (Organización Mundial de la Salud) proponen la estrategia de Atención Primaria en Salud (APS) como el enfoque más inclusivo, equitativo, costo-eficaz y efectivo para mejorar la salud física y mental de las personas y su bienestar social, y luchar contra la desigualdad. La APS permite un mayor acceso a la atención sanitaria y reconoce la centralidad de diversas condiciones sociales y materiales como determinantes de la salud, constituyendo el primer paso para que los países avancen hacia el acceso y cobertura universal en salud, y la reducción de la fragmentación de estos servicios.

La articulación intersectorial también es necesaria considerando la multicausalidad de los problemas de salud, requiriendo diversas políticas públicas efectivas en áreas como empleo, vivienda, desarrollo social y educación. Asimismo, es necesario integrar diferentes departamentos municipales y aprovechar los activos comunitarios, con una estrategia de gobiernos locales para la universalización de la atención primaria según las necesidades de las personas, independiente de su capacidad de pago. Por último, los países de la región deben avanzar en la concepción de que invertir en salud no solo contribuye a garantizar el derecho a la salud de las personas, sino también a disminuir la desigualdad, erradicar la pobreza y avanzar hacia el desarrollo sostenible.