OPINIÓN
Sonia Montaño, Directora de la División de Asuntos de Género de la CEPAL
Observatorio de igualdad de género:
una herramienta para enfrentar desafíos

Foto: Alejandro Hoppe, CEPAL

En América Latina 31,8% de las mujeres no poseen ingresos propios. Esto quiere decir que al menos 3 de cada 10 latinoamericanas no participan en el mercado laboral, no tienen propiedades o activos a su nombre, y no reciben pensión alimenticia, jubilación ni ninguna transferencia del Estado o de sus familiares. En una frase: son totalmente dependientes de otros.

Sólo el 12,6% de los hombres latinoamericanos se encuentran en la misma situación.

Esta desigualdad y falta de autonomía son, principalmente, consecuencia de la injusticia y de la mala distribución del poder, los ingresos y el tiempo entre hombres y mujeres, así como del no reconocimiento de los derechos de ellas por parte de las elites políticas y económicas.

Este podría ser el primer dato que nos entrega el Observatorio de igualdad de género de América Latina y el Caribe referido a la autonomía económica de las mujeres.

Hasta ahora no hemos enfrentado adecuadamente el empleo femenino, lo cual se advierte en todos los países con información disponible. Las mujeres consagran más tiempo que los hombres al trabajo no remunerado; como mínimo una vez y media el que dedican ellos. En México la cantidad se cuadruplica.

Un segundo dato, esta vez referido a la autonomía en la toma de decisiones, indica que es evidente el avance que se ha registrado en términos de participación de las mujeres en el terreno político.

Existen casos sobresalientes de mujeres que han llegado a la máxima instancia de decisión política. Chile, Argentina, Costa Rica, Brasil, Trinidad y Tabago y Jamaica tienen o tuvieron hasta hace poco mujeres ocupando la primera magistratura del país.

Especialmente remarcable es que el acceso a estos espacios se ha dado en el marco de sociedades con sistemas democráticos. Esto da cuenta de la propia aceptación y promoción por parte de la ciudadanía de la transferencia de responsabilidades políticas sustantivas hacia las mujeres.

Pero este progreso ha sido lento en función de las expectativas (por ejemplo, solo 8,5% de los alcaldes electos en América Latina son mujeres) y se ha dado en forma heterogénea en la región.

Un tercer dato, ahora relativo a la autonomía física. En 2009 se registraron 329 muertes de mujeres a manos de sus parejas o ex parejas íntimas en 7 países de la región con información disponible: 117 en Perú, 79 en República Dominicana, 52 en Chile, 27 en Paraguay, 20 en Uruguay, 20 en El Salvador y 14 en Costa Rica.

Estos tres datos, que reflejan las tres autonomías de la mujer, revelan la posición de desigualdad de ellas con relación a sus pares hombres.

Justamente sobre estos tres pilares se estructura el trabajo del Observatorio de igualdad de género de América Latina y el Caribe, resultado del esfuerzo interinstitucional del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Entidad para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU-Mujeres), con el apoyo de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ejerce la Secretaría Técnica del organismo, cuyo objetivo principal es dar seguimiento a los compromisos asumidos por los países en materia de igualdad de género.

Esto implica, entre otras cosas, producir indicadores de género y herramientas analíticas para la formulación de políticas; monitorear la aplicación de los acuerdos internacionales; y brindar apoyo técnico y capacitación a los mecanismos para el adelanto de la mujer (MAM) y a los institutos nacionales de estadística que así lo soliciten.

El informe anual 2011 del Observatorio, titulado El salto de la autonomía, de los márgenes al centro, ofrece una nueva mirada sobre los avances, retrocesos y persistencias en relación a la autonomía física, económica y en la toma de decisiones de las mujeres iberoamericanas.

En la XI Conferencia Regional sobre la Mujer, realizada en Brasilia en 2010, los gobiernos recomendaron avanzar hacia una mayor autonomía económica e igualdad en la esfera laboral para las mujeres; implementar las políticas necesarias para mejorar la valorización económica y social del trabajo no remunerado; fortalecer la ciudadanía de las mujeres y ampliar su participación en los procesos de toma de decisiones; y enfrentar todas las formas de violencia contra ellas.

Sin duda, el Observatorio de igualdad de género de América Latina y el Caribe es una herramienta para enfrentar estos desafíos.



 

 
 

La CEPAL ejerce la Secretaría Técnica del Observatorio de igualdad de género de América Latina y el Caribe, cuyo principal objetivo es dar seguimiento a los compromisos asumidos por los países en esta materia.

 
  El informe anual 2011 del Observatorio ofrece una nueva mirada sobre los avances, retrocesos y persistencias en relación a la autonomía física, económica y en la toma de decisiones de las mujeres iberoamericanas.