EN FOCO

Infraestructura logística portuaria podría transformarse
en el “cuello de botella” del crecimiento latinoamericano

Foto: anlopelope, Flickr

Actualmente, casi la mitad del desarrollo económico de los países de América Latina se explica por el intercambio comercial, el cual pasa en gran parte por los puertos. Sin embargo, la infraestructura de los terminales marítimos de la mayoría de los países aún deja mucho que desear y podría convertirse en un serio obstáculo para el crecimiento.

De acuerdo al ranking de movimiento portuario contenedorizado elaborado por la CEPAL, durante 2010 los veinte principales puertos de contenedores de la región crecieron 20,9%, cifra muy por sobre la del año 2009 donde la actividad regional se contrajo 6,8%.

La misma dinámica se observa en el movimiento portuario por toneladas, donde los 20 principales puertos registraron un crecimiento de 13,2% comparado con el movimiento anual del año anterior. Los primeros datos para el primer semestre de 2011 muestran un crecimiento importante del movimiento portuario, tanto en teus (unidad de medida por contenedores) como toneladas en toda la región, retomando el ritmo que existía previo a la crisis.

Estas tasas de crecimiento, que en muchos de los puertos son de dos dígitos, ponen de manifiesto la necesidad de mejorar la infraestructura portuaria para que no actúe como un cuello de botella para el comercio exterior futuro.

La CEPAL alerta asimismo sobre la creciente congestión portuaria que se observa en importantes puertos regionales, además de los generalizados problemas de conectividad que presentan con el interior del territorio nacional, los cuales no solamente inciden en un incremento de sus costos logísticos y en la pérdida de competitividad nacional, sino que también afectan significativamente la calidad de vida de la población aledaña a estos recintos.

Aunque algunos países de la región han realizado inversiones, son muy pocos los que están tomando medidas concretas para hacer frente a los cambios que se avecinan en el sector en los próximos años.

La ampliación del canal de Panamá, la operación de buques cada vez más grandes en las costas de América Latina, la reestructuración de las redes logísticas portuarias y la presencia de operadores globales integrados, son algunos de los elementos que deben considerarse y que hacen llamar la atención sobre la urgencia de invertir más y de mejor forma en infraestructura. Esta inversión no se limita únicamente a los puertos, sino que contempla toda la cadena logística.

De acuerdo con la CEPAL, la adopción de una política integrada y sostenible de logística y movilidad favorecería el desarrollo sostenible de la infraestructura y la operación de los servicios de transporte, incrementando la competitividad de la economía al mismo tiempo que se reducirían los costos logísticos y las externalidades negativas del transporte, favoreciendo finalmente el bienestar y desarrollo de toda la población.



 

 


 

 

 

 
 
 

La infraestructura de los terminales marítimos de la mayoría de los países aún deja mucho que desear y podría convertirse en un serio obstáculo para el crecimiento.

 
 
 

La congestión portuaria y los problemas de conectividad que presentan con el interior del territorio nacional, no solamente inciden en un incremento de sus costos logísticos, sino que también afectan significativamente la calidad de vida de la población aledaña a estos recintos.