Las medidas anunciadas por los países se dividen entre aquellas orientadas a restaurar la confianza y poner en funcionamiento los mercados financieros y aquellas que apuntalan la debilitada demanda agregada. Se agrupan en cinco categorías: política monetaria y financiera; política fiscal; política cambiaria y de comercio exterior; políticas sectoriales; políticas laborales y sociales.

El abanico de anuncios es amplio, dado que los impactos de la crisis difieren de un país a otro y, por lo tanto, también son diferentes los instrumentos que cada uno utiliza para contrarrestarlos. Además, existen diferencias en las capacidades de cada país, principalmente en cuanto a la disponibilidad de recursos para llevar adelante distintas iniciativas.

En un primer momento, la mayor parte de las iniciativas buscaba garantizar la liquidez de los mercados financieros locales, pero paulatinamente, el eje de los anuncios se ha ido desplazando al área fiscal.

La CEPAL estima importante que los gobiernos continúen desplegando todo el potencial con que cuentan en términos de políticas públicas anticíclicas, para acotar lo más posible la proyectada disminución del crecimiento regional y moderar los impactos negativos sobre el empleo y la pobreza.

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