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El turismo médico, un mercado nuevo para América Latina y el Caribe

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Foto: thinkpanama, Flickr

El comercio de los servicios de salud es un sector que crece con gran rapidez en varias regiones en el mundo. Los costos elevados de los procedimientos médicos, las largas listas de espera y el envejecimiento de la acaudalada generación del baby boom en los países desarrollados, aunado a la disponibilidad de viajes internacionales y la oferta de servicios de salud de alta calidad a precios accesibles en los países destino, han propiciado que un número elevado de pacientes busquen y reciban tratamiento médico, dental y/o estético en países en desarrollo.

Existen diversos países en la región de América Latina y el Caribe que están considerando el turismo médico como una manera de diversificar las exportaciones, atraer inversiones y mejorar las oportunidades laborales en todos los niveles de competencia.

En este contexto, la Oficina de la CEPAL en Washington, D.C. se encuentra analizando los efectos potenciales que la reforma integral a los servicios de salud, aprobada por el Congreso de los Estados Unidos en marzo de 2010, tendrá sobre la externalización de servicios médicos. Los resultados de dicho estudio se publicarán en un documento titulado U.S. Health Care Reform and Medical Tourism Opportunities (Reforma a los servicios de salud de Estados Unidos y oportunidades derivadas del turismo médico).

Esta reforma a los servicios de salud podría repercutir en la afluencia de turismo médico proveniente de Estados Unidos por dos razones.

La primera está vinculada a los esfuerzos constantes de diversos actores dentro del sistema de salud pública de Eestados Unidos (empleados, aseguradoras, legislaturas estatales, pacientes, entre otros) para mantener los costos bajo control. La segunda se relaciona con el acceso a los servicios médicos, dado que un número creciente de residentes estadounidenses obtienen acceso a un seguro médico y que el envejecimiento de la población en general aumenta la presión sobre una oferta relativamente inelástica de servicios, entre los que se encuentra el número de camas de hospital y de profesionales del sector de la salud.

Los costos sanitarios en Estados Unidos son de los más elevados entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). En 2009, Estados Unidos gastó 17,4% del PIB en salud, comparado con una media de 9,6% en los países de la OCDE. Lo anterior se registró también en el gasto per cápita, que fue de US$ 7.960 en 2009 contra una media de US$ 3.233 en los países de la OCDE.

Para la mayoría de la población asegurada, las primas se dividen entre el empleado y el empleador; además, los trabajadores tienen que cubrir gastos adicionales al hacer uso de los servicios de salud. Entre los años 2000 y 2010, la prima promedio en un plan de seguro médico con cobertura familiar provisto por el empleador aumentó 114%, mientras que la parte pagada por el empleado se incrementó un 147%. Además, la parte de la prima total pagada por los trabajadores asegurados ha aumentado en los últimos años – al igual que los deducibles y otras formas de reparto de costos – lo que genera que la seguridad médica sea cada vez menos accesible, incluso para los trabajadores asegurados.

Diversos estudios han demostrado que el número creciente de pacientes que viajan al extranjero para recibir tratamiento médico los hacen ya sea por no estar asegurados, estar asegurados pero con un plan médico con beneficios limitados, o bien, buscan un tratamiento que no esté cubierto por su plan de salud (por ejemplo, la cirugía estética u otros tipos de cirugía electiva, la atención a la salud mental, etc.). La atención médica en el extranjero permite financieramente a estos pacientes recibir servicios que en Estados Unidos les serían inaccesibles.

Si la reforma a los servicios de salud se implementa de manera plena y el número de personas no aseguradas presenta una reducción de 30 millones, los economistas estiman que entre 8 y 13 millones de personas continuarán sin contar con un seguro médico o seguirán sin cobertura suficiente y, por consiguiente, estarán dispuestos a buscar atención médica en el extranjero.


 

 


 

 

 

 
  Existen diversos países en la región de América Latina y el Caribe que están considerando el turismo médico como una manera de diversificar las exportaciones, atraer inversiones y mejorar las oportunidades laborales.
 
  La atención médica en el extranjero permite financieramente a los pacientes recibir servicios que en Estados Unidos les serían inaccesibles, resalta un nuevo estudio de la CEPAL.