La banda ancha es clave en el
círculo virtuoso del desarrollo

El acceso y uso de Internet, en particular de banda ancha, son elementos clave para el desarrollo de las sociedades y economías modernas, ya que condicionan la competitividad de los países y la inclusión social.

Es urgente cerrar la brecha digital en banda ancha. En la medida en que crece la relevancia de esta tecnología en el quehacer de las sociedades, se profundizan nuevas formas de exclusión social.  La falta de acceso en América Latina y el Caribe a esta herramienta genera otras brechas en áreas como la producción, la innovación, la educación y la salud, entre otras. Esta situación es aún más preocupante al comprobar que las naciones industrializadas incorporan rápidamente estas nuevas tecnologías.

Las cifras disponibles muestran las importantes diferencias entre regiones. En 2008 la penetración de banda ancha en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) alcanzaba a 26% de la población, frente a niveles de alrededor de 5% en los países de América Latina y el Caribe.

En 2009 el precio por cada 100 Kbps (velocidad de conexión a Internet) en los países de la región era de US$5,8 dólares frente a US$1,3 en los países de la OCDE (excluido México). El PIB por habitante de los países de la OCDE en 2008 superaba US$40.000, mientras que en América Latina y el Caribe alcanzaba sólo US$6.000.

La falta de acceso a la banda ancha en América Latina y el Caribe frecuentemente no tiene que ver con preferencias, intereses o variables generacionales, sino con limitaciones socioeconómicos al consumo de servicios de tecnologías de información y comunicaciones (TIC) y a las capacidades para su utilización. Esto hace cada vez más difícil la inclusión de los segmentos más rezagados de la población.

La banda ancha no debe ser concebida sólo como una tecnología o un servicio más de telecomunicaciones. Es un elemento central de un nuevo entorno que facilita el desarrollo de complementariedades estructurales, en una dinámica que impacta al conjunto de sectores sociales y productivos en un círculo virtuoso de desarrollo basado en los principios propios de las redes: eficiencia, inclusión y colaboración.

Debido al impacto de la banda ancha en el desarrollo económico y social, muchos gobiernos de países industrializados han puesto en marcha planes nacionales para estimular su crecimiento en el marco de sus políticas de reactivación frente a la crisis económica mundial.

Por el contrario, en América Latina y el Caribe, si bien existen planes e iniciativas que impulsan el desarrollo de la banda ancha, no es posible rotularlos como “políticas”, pues no se articulan bajo una estrategia integral que abarque, además, redes e infraestructura, capacidades, contenidos y aplicaciones.

Adicionalmente, dado que el mercado es insuficiente para masificar el acceso, es imprescindible la intervención del Estado mediante políticas de universalización del servicio.

Estas políticas deben enfocarse en la construcción de la infraestructura necesaria y asegurar las condiciones para ampliar el acceso, particularmente a los grupos más vulnerables. También deben resguardar que el ancho de banda para cada usuario sea lo suficientemente amplio para hacer uso de las aplicaciones sin dificultades.

Además, deben apuntar a que la mayor parte de la población tenga las habilidades para participar activamente de una sociedad digital y generar las complementariedades con el conjunto de la economía y los sectores sociales para poder alcanzar sus beneficios.

Costo mensual de banda ancha fija de 1 MBPS
en relación con el PIB per capita mensual
(En porcentajes)

Fuente: CEPAL, a base de datos de Omar de León, “Perspectivas de las tecnologías de telecomunicaciones
y sus implicancias en los mercados y marcos regulatorios en los países de América Latina y el Caribe”, Documento de proyectos, Nº 271, Santiago de Chile, 2009.

*por Programa Sociedad de la Información, División de Desarrollo Productivo y Empresarial