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América Latina y el Caribe debe unirse para promover una renovada cooperación internacional para el desarrollo después del COVID-19

6 de diciembre de 2021|Noticias

Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, y Andrés Allamand, Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, inauguraron un seminario de dos días que aborda, entre otras cosas, los desafíos de los países de renta media y los procesos de graduación de la ayuda oficial al desarrollo.

América Latina y el Caribe debe unirse para enfrentar las crecientes asimetrías globales y promover una renovada cooperación internacional para el desarrollo en la era pos-COVID-19, plantearon este lunes 6 de diciembre de 2021 autoridades y funcionarios internacionales durante la apertura de un seminario organizado por la Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AGCID) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de forma híbrida en la sede del organismo regional de las Naciones Unidas en Santiago.

El seminario titulado De procesos de graduación a procesos de gradación: hacia una renovada cooperación internacional para el desarrollo después del COVID-19, que finaliza el martes 7, es la primera actividad del Convenio marco de colaboración suscrito a inicios de noviembre por ambas instituciones, con miras a fortalecer la cooperación Sur-Sur y triangular y analizar los desafíos de los países de renta media y su transición/graduación al desarrollo.

El evento fue inaugurado por Andrés Allamand, Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, y Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, y contó con palabras introductorias de Cristián Jara, Director Ejecutivo de la AGCID.

“Si algo nos ha enseñado la pandemia del COVID-19, es que la cooperación es muy importante para la comunidad internacional. Ha quedado en evidencia lo que antes sabíamos: que frente a problemas globales no bastan las respuestas individuales. Es hora de promover respuestas globales frente a los distintos temas”, dijo el Canciller Andrés Allamand, quien describió el encuentro como “oportuno, conceptual y operativo”.

Durante su intervención, el Ministro resaltó el estrecho vínculo entre cooperación y desarrollo, y enumeró al menos cuatro rasgos distintivos que a su juicio debería tener este último: progresivo, inclusivo, sustentable e integral. “Este seminario puede servir para ir apuntalando una visión nueva del desarrollo”, dijo y agregó que, “a partir de la redefinición del concepto de graduación de la ayuda oficial al desarrollo (AOD), podemos perfilar una cooperación distinta a la que observamos hoy, una que no deje a nadie atrás y que se ensamble con los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”.

Junto con felicitar a Andrés Allamand por su reciente elección como nuevo Secretario General Iberoamericano al frente de la SEGIB, Alicia Bárcena sostuvo que la renovación de la cooperación internacional para el desarrollo, después del COVID-19, es un tema de gran relevancia para América Latina y el Caribe y ha sido en el último tiempo para la CEPAL materia de reflexión, de trabajo intelectual y de propuestas de política.

“Al igual que muchos países de América Latina y el Caribe y de fuera de la región, la CEPAL ha hecho hincapié en la importancia de abordar las necesidades de desarrollo de los países más allá de los criterios de clasificación y graduación basados en el ingreso, para captar tanto sus vulnerabilidades como la naturaleza multidimensional del desarrollo sostenible, en consonancia con lo establecido en la Agenda 2030”, explicó Bárcena.

La Secretaria Ejecutiva declaró que actualmente “no se reconoce que nuestros países de ingreso medio, así como los que ya se han graduado de la AOD, siguen teniendo brechas estructurales importantes, como es el caso de la desigualdad, la baja productividad y la informalidad. Los países de ingreso medio no han tenido acceso oportuno al financiamiento internacional, lo cual se ha hecho más evidente en el contexto de la pandemia”.

“El desarrollo es multidimensional. El grado de desarrollo de un país no puede ser medido solo por un indicador como el PIB per cápita”, dijo Bárcena y destacó el concepto de “desarrollo en transición” propuesto por la CEPAL, la Comisión Europea y el Centro de Desarrollo de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).

La alta funcionaria también resaltó la reciente transformación del Comité de Cooperación Sur-Sur de la CEPAL en Conferencia Regional sobre Cooperación Sur-Sur de América Latina y el Caribe, como órgano subsidiario de esta comisión regional de las Naciones Unidas. Valoró, asimismo, la publicación de diversos documentos de trabajo sobre el tema, entre ellos, Una agenda innovadora de financiamiento para el desarrollo para la recuperación de América Latina y el Caribe, elaborado por la CEPAL a solicitud del Gobierno de Costa Rica.

Por su parte, Cristián Jara, Director Ejecutivo de la AGCID, señaló que el tema del seminario “no responde a ideologías ni diferencias coyunturales, sino que nos debe unir como región para ser escuchados”. El concepto de "Desarrollo en transición", dijo, parece un concepto teórico, pero con resultados muy tangibles. “Tan solo con su anuncio, en 2017, pudimos ver un impacto en la ayuda oficial al desarrollo”, aseguró el funcionario, quien llamó a promover este enfoque multidimensional del desarrollo en la era pos-COVID-19.

Posteriormente, Mario Cimoli, Secretario Ejecutivo Adjunto de la CEPAL, ofreció una presentación titulada “De procesos de graduación a procesos de gradación, la narrativa de desarrollo en transición”, en la que señaló que “los efectos de la graduación van mucho más allá de perder los beneficios de la ayuda oficial al desarrollo”. Entre los efectos financieros directos se destaca la contracción de flujos de préstamos concesionales y donaciones, y entre los no financieros dificultades para movilizar recursos para cooperación triangular y Sur-Sur, por nombrar algunos.

El evento de dos días reúne de forma presencial a delegaciones de Chile, Costa Rica, Panamá y Uruguay, y de forma virtual al Canciller E. P. Chet Greene de Antigua y Barbuda, y representantes de Saint Kitts y Nevis y Trinidad y Tabago. La primera jornada incluyó la presentación del reconocido pianista chileno Roberto Bravo y la cantante Andrea Cárdenas como parte de una pausa musical.

“Padecemos un déficit de solidaridad internacional. Por eso es clave que los países de América Latina y el Caribe fortalezcan su cooperación, pero con una visión más amplia. Necesitamos una posición común y una voz concertada para enfrentar las crecientes asimetrías mundiales. Hay mucho que hacer para lograr una recuperación transformadora que sea más justa”, concluyó.