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Inauguración del Cuadragésimo período de sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe

9 de outubro de 2024|Discurso

Palabras de José Manuel Salazar Xirinachs, Secretario Ejecutivo de la CEPAL.

Inauguración del cuadragésimo período de sesiones de la

Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)

 

José Manuel Salazar-Xirinachs, Secretario Ejecutivo

 

Lima, Perú, 9 de octubre de 2024

 

Muy buenas tardes,

  • Señora Presidenta Constitucional de la República del Perú, Dina Ercilia Boluarte Zegarra,
  • Señor Ministro de Relaciones Exteriores del Perú, Embajador Elmer Schialer,
  • Señor Samuel Ortiz Basualdo, Embajador de la República Argentina en Perú, país que ejerce la Presidencia del trigésimo noveno período de sesiones de la CEPAL,
  • Señora Rossana Dudziak, Coordinadora Residente del Sistema de las Naciones Unidas en Perú,
  • Estimadas y estimados ministros y delegados de los Estados miembros de la CEPAL,
  • Altas autoridades del gobierno del Perú,
  • Miembros del Cuerpo Diplomático,
  • Representantes de organismos internacionales y colegas del sistema de las Naciones Unidas, y equipo Directivo de la CEPAL, representantes de la academia, el sector privado y de las organizaciones de la sociedad civil,

 

Amigas y amigos:

Bienvenidas, bienvenidos al cuadragésimo período de sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe. Muchísimas gracias a todos y todas los delegados por sacar el tiempo de sus ocupadas agendas para estar aquí hoy y honrar a la CEPAL y a esta reunión con su presencia.

Quiero extender nuestro testimonio de gratitud a la Argentina, que ejerció la presidencia de nuestra Comisión en los pasados dos años.

Agradezco también a Perú, que la asume a partir de ahora y durante el próximo bienio.

Muchas gracias, señora presidenta Dina Boluarte Zegarra y al Ministro de Relaciones Exteriores del Perú, Sr. Elmer Schialer, así como a todo su equipo de colaboradores, que han trabajado incansablemente estos últimos meses junto con el equipo de la CEPAL para organizar esta trascendental reunión.

Y muchas gracias a Luis Yáñez y a todo el equipo de la CEPAL también por su incansable y profesional trabajo.

Para mí personalmente, y para mi esposa, que nos acompaña hoy, es un gran honor, además de motivo de especial significado, estar en el Perú, y en la bella ciudad de Lima, ciudad en la que vivimos cerca de 4 años, cuando fui Director Regional de la Organización Internacional del Trabajo entre el 2015 y el 2018. Tenemos muy buenos recuerdos de ese período que nos permitió conocer al Perú, a su rica historia y a muchas personas de esta gran nación, y disfrutar de su hospitalidad, gastronomía y riqueza arqueológica.

Agradezco muy especialmente al Secretario General de las Naciones Unidas, el señor António Gutérres, y a la señora Amina Mohammed, Vicesecretaria General de las Naciones Unidas, por su confianza y apoyo a mi gestión en estos primeros dos años como Secretario Ejecutivo de la CEPAL, que se cumplieron justamente el 2 de Octubre pasado.

Ha sido, y sigue siendo, un enorme honor, el cual he asumido con profunda responsabilidad y con el compromiso pleno que esta gran tarea demanda.

En el periodo de sesiones que estamos por iniciar, tal como lo hacemos cada dos años, examinaremos el avance de las actividades de la CEPAL y presentaremos el informe de actividades de la Comisión y sus órganos subsidiarios.

Asimismo, estaremos presentando el documento de Posición. En esta ocasión someteremos a la consideración de todas y todos ustedes una nueva propuesta sobre cómo gestionar lo que vemos como las transformaciones indispensables para superar las trampas y cerrar las brechas de desarrollo que afectan a la región.

Se llevarán a cabo paneles de alto nivel con el objetivo de dialogar sobre los elementos centrales de este análisis y la propuesta que desde la CEPAL sometemos a su consideración.

El año pasado conmemoramos el 75º aniversario de la CEPAL. Celebramos que su contribución al pensamiento y a la práctica del desarrollo económico y social de América Latina y el Caribe ha sido reconocida ampliamente tanto en la región como en el ámbito global.

A lo largo de estas siete décadas y media, el enfoque de la CEPAL ha trazado caminos y brindado valiosas orientaciones sobre las opciones y prioridades fundamentales para el progreso y el bienestar de nuestras naciones.

Para celebrar nuestros primeros 75 años, durante el 2023 y primer trimestre del 2024 organizamos diversas actividades, entre ellas un ciclo de conferencias magistrales impartidas por destacados expertos con gran reconocimiento mundial como Adela Cortina, Lant Pritchett, Daniel Innerarity, Santiago Levy, Ricardo Hausmann, Arancha González, Aloisio Mercadante y José Antonio Ocampo entre otros. Y le agradezco mucho al Dr. José Antonio Ocampo su presencia y participación en este Período de Sesiones.

Además, elaboramos y publicamos varios documentos que reflejan las nuevas ideas de nuestra organización, incluyendo un número especial de la Revista de la CEPAL.

Hoy, la CEPAL refrenda su compromiso con un desarrollo más productivo, inclusivo y sostenible. Al mismo tiempo, reafirma su dedicación a seguir generando pensamiento crítico e innovador, adaptado a los desafíos y exigencias actuales, tanto regionales como globales.

El momento en que ocurre esta reunión

Quisiera destacar el momento único y extraordinario en que está el mundo en este momento en que nos reunimos aquí en Lima.

Tuvimos ocasión de tener una amplia fotografía del Estado del mundo y del sistema multilateral en ocasión de la Asamblea General de las Naciones Unidas celebrada hace escasas dos semanas.

El Secretario General dijo en su discurso de apertura que el mundo se encontraba en un torbellino, que estamos en una época de transformaciones épicas, con retos simultáneos pocas veces vistos que requieren soluciones globales y, sin embargo, con divisiones geopolíticas cada vez más profundas y al borde de lo inimaginable.

Caracterizó el estado del mundo como no sostenible, pero al mismo tiempo convencido de que los retos que enfrenta el mundo tienen solución, y afirmó que, en ese espíritu de esperanza y de llamado a la acción y la cooperación, el Pacto del Futuro era un paso positivo.

Elaboró diciendo que veía tres grandes fuentes de insostenibilidad:

  • la impunidad, es decir, un mundo donde las violaciones y los abusos amenazan los fundamentos de las normas internacionales y de la Carta de las Naciones Unidas;
  • la desigualdad, con injusticias y reclamos que amenazan con desestabilizar países; e
  • incertidumbres y altos riesgos que si no son bien gestionados amenazan el futuro de maneras desconocidas.

Y nos dijo que veía al mundo en un “purgatorio de polaridad”.

También señaló al cambio climático y sus impactos y a la revolución tecnológica y los suyos, como retos existenciales, vinculados con esa gran incertidumbre que se cierne sobre el mundo, agravada por la falta de avance hacia las metas de los objetivos del desarrollo sostenible, que por cierto, en el caso de América Latina y el Caribe analizamos en profundidad todos los años en nuestro Foro para el Desarrollo Sostenible.

En el primer capítulo del documento de posición que les vamos a presentar hoy elaboramos sobre algunos de estos temas. Como verán ponemos el énfasis en los posibles impactos y consecuencias de las tendencias geoeconómicas, geopolíticas, tecnológicas, climáticas, demográficas y otras para las estrategias de desarrollo de nuestra región, y con énfasis también en recomendaciones sobre cómo pueden los países de América Latina y el Caribe navegar estas complejas realidades.

Por ejemplo, los impactos del cambio climático están afectando cada vez más a todos los países, con grandes daños materiales y en las personas, daños e impactos que son particularmente fuertes en los países del Caribe. La reparación de esas pérdidas y daños pesan cada vez más en los presupuestos y en los niveles de deuda de todos los países, sobre todo en los pequeños estados insulares del Caribe, donde cada año cuestan varios puntos del PIB.

Hemos pasado de un mundo donde se celebraba la interdependencia a uno en que se desconfía profundamente de ella y en el que imperan una rivalidad geopolítica en materia industrial, tecnológica, y militar. ¿Cómo navegar estos conflictos, rivalidades y tendencias es uno de los grandes retos que enfrentan los países de la región? 

Y tener posiciones comunes sería una de las acciones positivas que los países de la región pueden adoptar para contribuir a evitar los riesgos, fortalecer el sistema multilateral y también aprovechar las oportunidades. Porque sí, a pesar de todos los riesgos e incertidumbres, en la CEPAL creemos firmemente que hay grandes oportunidades en el mundo de hoy para los países de la región, que los países pueden y deben aprovechar para promover su desarrollo económico y social.

Las oportunidades abundan también en los pequeños estados insulares del Caribe, que también pueden describirse correctamente como “Grandes Estados Oceánicos” en vista de sus extensas zonas marítimas, y que pueden ser no solo grandes líderes de la conservación marina, sino que tienen un enorme potencial para utilizar esos recursos en beneficio de su desarrollo sostenible en industrias como la pesca, el turismo y la cultura, tal como lo enfatizó la Declaración sobre los Pequeños Estados Insulares resultado de la reciente Conferencia en Antigua y Barbuda.

Así que, en la mejor tradición cepalina, comenzaremos por analizar estos temas del estado del mundo, de la economía mundial y de la globalización y les invitamos en el Diálogo de Cancilleres y en las mesas sustantivas a profundizar sobre esos temas y retos.

Pacto del Futuro y aceleración de ODS

Pero permítanme hacer algunas reflexiones sobre la Cumbre del Futuro y el Pacto del Futuro que emergió de la Cumbre.  Como ustedes saben el Pacto contiene compromisos internacionales de cooperación e intenciones de reforma en cinco grandes áreas:

  1. El desarrollo sostenible y la financiación para el desarrollo;
  2. La paz y la seguridad internacionales;
  3. La ciencia, la tecnología, la innovación y la cooperación digital;
  4. La juventud y las generaciones futuras;
  5. La transformación de la gobernanza global

Además, tiene dos anexos importantes: un Pacto Digital Mundial y una Declaración sobre las Generaciones Futuras. El primero, incluye acuerdos sobre el importante reto de la gobernanza y regulación de la inteligencia artificial.

El contenido en cada una de estas áreas es rico en identificación de temas importantes donde el mundo y la humanidad deben progresar. Y aunque en temas como la transformación de la gobernanza global no cabe hacerse ilusiones de que habrá avances en el corto plazo, el hecho de que la conversación esté instalada sobre la necesidad de una mayor representatividad de los países en desarrollo en las instituciones de Bretton Woods y en el Consejo de Seguridad, es ya algo muy significativo.

En la CEPAL creemos que, con el seguimiento adecuado, el Pacto del Futuro puede ser un acelerador para la consecución de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los ODS.

En la dimensión económica de la gobernanza internacional hay dos procesos que pueden rendir importantes frutos en el mediano plazo: la posibilidad de una Convención de la ONU sobre cooperación tributaria internacional; y la preparación de la Cuarta Cumbre de las Naciones Unidas sobre Financiación del Desarrollo, que se realizará en Julio del 2025 en España.

En la dimensión social, en el 2025 se celebrará también la segunda Cumbre de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Social, otra gran oportunidad para desarrollar la cooperación internacional en asuntos sociales.

En materia ambiental, la tarea y la gobernanza de estos temas está a cargo de las reuniones periódicas que les dan seguimiento a las Convenciones sobre Biodiversidad, cuya próxima reunión se celebrará en Cali a fines de este mes de Octubre, y de Cambio Climático, cuya COP 29 que tendrá lugar en Azerbaiyán en Noviembre. Y por cierto la COP 30 será en Brasil el año entrante.

El tema de ciencia, tecnología, innovación y cooperación digital es central para el desarrollo económico, la salud, la educación, la transformación productiva, la sostenibilidad ambiental, y para la forma en que la humanidad produce, se educa, vive, e interactúa.

Los temas de paz y seguridad internacionales se han vuelto urgentísimos a la luz de los eventos recientes.

Y el tema de juventud y de solidaridad intergeneracional está lleno de implicaciones para los jóvenes de hoy y para las generaciones futuras.

Y por supuesto el tema de la igualdad de género está incluido como gran tema transversal de la mayor importancia. Y justamente en nuestra región celebraremos en el 2025 la Décimo Sexta Reunión Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, en México.

Este breve repaso de los temas cubiertos por el Pacto de Futuro hacen evidente que este Pacto aporta un sólido marco para el multilateralismo y una oportunidad para fortalecerlo, y con ello la cooperación internacional, con acciones concretas.

Todos estos temas son fundamentales para América Latina y el Caribe y tienen una influencia decisiva en las trayectorias de desarrollo y bienestar que puedan tener nuestros países en el futuro.

Para todos ellos hay procesos y foros de seguimiento, aunque el tema de la gobernanza para el seguimiento de los acuerdos sigue siendo clave, y hay algunos desbalances. Algunos temas, como el comercial, y la reforma de ciertos aspectos de la gobernanza global, están fuertemente afectados por la rivalidad y los conflictos geopolíticos.

Tal vez la contribución más importante de la Cumbre del Futuro, y una de las lecciones que nos invita a sacar, es que para todos y cada uno de los países y sociedades, es importante pensar el futuro para, desde el futuro, instalar los temas que son importantes para el presente. Y esto es algo que debe hacerse en el diálogo multilateral, regional y nacional de cada país. Es decir, es importante que las políticas y las acciones de hoy se tomen con plena consciencia de qué tipo de futuro pueden ir construyendo.

Desafortunadamente como sociedades tendemos a vivir en la inmediatez y en el corto plazo, tendencia que ha sido agravada por las redes sociales, que además generan más emociones que pensamiento analítico. Pensar el futuro es una forma de crear espacios de encuentro, espacios de análisis para que a partir de pensar escenarios futuros se puedan generar acuerdos y políticas más atractivas para hoy.

Por eso una de las prioridades para el trabajo de la CEPAL que hemos definido es el fortalecimiento de la prospectiva y de la llamada gobernanza anticipatoria. Por ejemplo, estamos creando una red de Comisiones de Futuro Parlamentarias en la región, con el apoyo de las Comisiones de Futuro del Senado de Chile y de Uruguay.

Este es un ejemplo de como en la CEPAL estamos buscando crear espacios de pensamiento, formación de liderazgos y transformación cultural tanto para autoridades y funcionarios de gobierno, como para profesionales de alto nivel de América Latina y el Caribe, centrados en el análisis de las dinámicas globales y su interrelación con nuestra región, el análisis de las nuevas reglas que están emergiendo para la interdependencia global, y la identificación de asuntos emergentes cruciales para la gobernanza global y regional.

Porque no hay duda de que el mundo y América Latina y el Caribe necesitan y se beneficiarían de un mundo en paz; de un sistema multilateral fuerte; de un sistema de comercio regido por reglas; de colaboración para avanzar hacia el desarrollo sostenible; para avanzar en los ODS; y para enfrentar el cambio climático.

El documento de Posición

El documento de posición que les presentaremos en este Cuadragésimo Período de Sesiones de la CEPAL se titula “América Latina y el Caribe ante las trampas del desarrollo: transformaciones indispensables y cómo gestionarlas”.

Vemos a una América Latina y el Caribe sumida en tres trampas del desarrollo: i) una trampa de baja capacidad para crecer; ii) una de alta desigualdad, baja movilidad social y débil cohesión social, y iii) y una de baja capacidad institucional y de gobernanza poco efectiva. A esto se agrega que la región enfrenta el reto del cambio climático y de promover un desarrollo ambientalmente sostenible.

Sin embargo, el énfasis del documento no está solo en el diagnóstico, sino en responder a la pregunta de cómo salir de las trampas y cómo cerrar las brechas que nos caracterizan.

Es una propuesta innovadora que pone énfasis en la importancia de moverse del “qué” al “cómo” lograr las transformaciones. Es decir, ofrece recomendaciones que van más allá de listas de objetivos y aspiraciones, al abordar sistemáticamente los retos de la gobernanza, las capacidades de las instituciones, la economía política y el diálogo social para alcanzar transformaciones exitosas.

Este no es un documento más, sino que aspira a marcar nuevas direcciones en el pensamiento, investigación y asistencia técnica de la CEPAL e invita a los gobiernos y sociedades a repensar, reimaginar y transformar con visión prospectiva o de largo plazo para asumir la construcción del futuro bajo una gobernanza fortalecida y anticipatoria.

El desarrollo de los países es un proceso complejo y de largo plazo. No hay ningún país destinado a desarrollarse. El nivel de desarrollo de los países es el producto de las decisiones que toman y los esfuerzos que hacen.

En ese sentido, con este documento aspiramos a señalar direcciones que alimenten, con una combinación de pragmatismo y efectividad, las esperanzas de que un futuro mejor es posible, en una región de paz, comprometida con el desarrollo en democracia y con un multilateralismo y cooperación internacional fortalecidas.

La región tiene enormes activos y ventajas competitivas para el desarrollo. Si logramos aumentar la capacidad colectiva de definir rumbos y de mantenerlos a través de varios gobiernos, podremos alimentar la esperanza y construir un futuro mejor. Si no, una variedad de escenarios distópicos de estancamiento, desigualdad, miedo, frustración, polarización y conflictividad son imaginables y factibles.

El aporte de la CEPAL

La CEPAL ha venido actuando y aspira a seguir siendo un socio estratégico de los gobiernos y las sociedades de la región en promover formas innovadoras de enfrentar todos estos retos.

Nuestras funciones incluyen ser un centro de investigación y pensamiento de excelencia que, basado en los valores de las Naciones Unidas, analice y elabore propuestas orientadas a la acción sobre los retos del desarrollo de la región en el cambiante contexto internacional.

Nos esforzamos cada día para balancear la teoría con la práctica. Porque más allá de las investigaciones, reflexiones y publicaciones, como ustedes saben estamos orientados a la acción y trabajamos muy de cerca con quienes formulan políticas y las ponen en práctica en una amplia variedad de areas.

Ofrecemos recomendaciones y posibles soluciones; ofrecemos cooperación técnica y capacitación sobre políticas y construcción de capacidades para el desarrollo; facilitamos y alimentamos el diálogo intergubernamental en más de una docena de órganos adscritos e intergubernamentales, con participación de múltiples actores del sector privado y la sociedad civil; y facilitamos la cooperación subregional, regional y multilateral en los ámbitos de nuestro mandato en colaboración con el sistema de Naciones Unidas a todo nivel.

Y como ya he sugerido y queda de manifiesto en el documento que les estamos presentando hoy, estamos innovando y fortaleciendo nuestro trabajo sobre cómo gestionar las transformaciones que vemos como indispensables, abordando más sistemáticamente los retos de la gobernanza, las capacidades de las instituciones, el análisis de los espacios de diálogo social y la economía política asociados con la gestión exitosa de esas transformaciones.

Comentario final

Para concluir, quisiera reiterar que la experiencia internacional muestra que el proceso por el cual se diseñan, adoptan y ejecutan las políticas es tan importante como el contenido de las políticas mismas, porque estas se formulan y aplican en contextos específicos, con determinadas capacidades institucionales, enmarcadas en los retos que presenta la economía y la geopolítica mundiales. Por lo tanto, las capacidades institucionales del Estado, y la interacción y el diálogo entre actores estatales y no estatales inciden en la eficacia de las políticas y en el logro de las transformaciones.

Para responder a los “cómo”, les invito a tener una conversación abierta y pragmática sobre la manera de gestionar las transformaciones.

Crear un nuevo consenso regional sobre la forma de mirar los desafíos del desarrollo y cómo superarlos puede ser un objetivo ambicioso, pero es, sin duda, un objetivo deseable que se ha vuelto ya necesario.

En la región necesitamos tener un hilo conductor, un relato estructurado para toda la región. Esto es importante no solo para inspirar la acción colectiva en el ámbito nacional de cada país, sino para poder ser un actor global, es decir, para influir como región de manera conjunta y lo más coherentemente posible en los principales foros internacionales sobre los grandes temas de la agenda internacional.

Estos son los temas que invitamos a conversar y a analizar en estos tres días.

En todos los ámbitos aquí expuestos, América Latina y el Caribe tiene un amplio margen de acción, que depende de decisiones propias de política pública y asignación de recursos.

La región necesita actuar y emprender acciones decididas, integradas y coordinadas que le permitan superar las trampas de desarrollo y avanzar hacia un futuro más productivo, inclusivo y sostenible, así como para ayudar a construir un mundo mejor en el escenario internacional.

Esperamos que este documento de Posición, y los conversatorios que tendremos en los siguientes días, sirvan para fijar rumbos y nortes y para gestionar de manera más eficaz las transformaciones indispensables en nuestros modelos de desarrollo y a las que aspiramos todos.

Muchas gracias.