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Un cambio transformador en favor de la igualdad de género y un futuro sostenible requiere valorizar el trabajo de cuidados, coinciden integrantes de la Alianza Global por los Cuidados

16 de março de 2022|Nota informativa

En el marco de la CSW66 se realizó un evento paralelo sobre cómo la Alianza Global por los Cuidados puede desempeñar un papel catalizador en la promoción de la incorporación de la dimensión de los cuidados en las políticas sociales, laborales, medioambientales. El evento fue organizado por los Gobiernos de México y Alemania, con el copatrocinio del Gobierno de Argentina, ONU-Mujeres, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) la Confederación Sindical Internacional (CSI), y Women Deliver.

Es necesario aumentar el financiamiento para desarrollar sistemas integrales de cuidado que redistribuyan el trabajo de cuidado de manera más equitativa entre mujeres y hombres, así como entre los Estados, las comunidades, el mercado y las familias. En el mundo hay ejemplos de avances en materia de igualdad de género y, particularmente, en el reconocimiento y valoración del trabajo de cuidados. Sin embargo, las brechas persisten, a lo que se suma que las mujeres, niñas y adolescentes son las más perjudicadas por las crisis ambiental, sanitaria, económica y también la crisis derivada de la injusta organización del cuidado.

Estas son algunas de las propuestas compartidas en el evento paralelo “La relevancia del trabajo de cuidados para la igualdad de género y la acción por la sostenibilidad”, realizado en el marco del 66º periodo de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW66), que tiene lugar entre el 14 y el 25 de marzo y cuyo tema prioritario es “Lograr la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas en el contexto de las políticas y programas relativos al cambio climático, el medio ambiente y la reducción del riesgo de desastres”. El evento paralelo fue organizado en nombre de la Alianza Global por los Cuidados, por los Gobiernos de México y Alemania, con el copatrocinio del Gobierno de Argentina, ONU-Mujeres, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) la Confederación Sindical Internacional (CSI), y Women Deliver.

En la apertura, Nadine Gasman, Presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres de México (INMUJERES), mencionó que desde el Gobierno de México se continúan poniendo en marcha los esfuerzos de recuperación frente a  la crisis provocada por la COVID-19, y resaltó que es necesario coadyuvar en la transición de la situación laboral de las mujeres apelando siempre por el trabajo decente y haciendo énfasis en su vinculación con la acción climática género-responsiva. Además, subrayó que desde México y desde la Alianza Global por los Cuidados se trabaja para impulsar sistemas de cuidados sostenibles, que tengan como objetivo central afrontar la crisis climática actual y abonar a la construcción de sociedades sanas y resilientes.

La Presidenta de INMUJERES informó que México, como líder de la Coalición de Acción, presentó el compromiso de vinculación con el Convenio 190 de la OIT sobre violencia y acoso en el mundo del trabajo, compromiso que fue cumplido con la ratificación del Convenio por Parte de México. Como lo afirmó la OIT, “México ha dado un paso histórico en la protección del derecho de toda persona a un mundo del trabajo libre de violencia y acoso”.

El objetivo del encuentro fue hablar de la importancia del trabajo de cuidados para la igualdad de género y la sostenibilidad ambiental. “Esta 66ª sesión de la CSW se da en un contexto mundial para enfrentar la crisis ambiental, sanitaria, económica y también la crisis derivada de la injusta organización del cuidado, y queremos colocar la igualdad de género en el centro”, dijo Ana Güezmes, Directora de la División de Asuntos de Género. La sociedad del cuidado es la interfase entre igualdad y sostenibilidad, agregó.

Ana Güezmes hizo visible el aporte que hacen las mujeres, principalmente a través del trabajo no remunerado o precario, al cuidado de las personas y la protección del planeta.

  • Una de cada tres mujeres ocupadas en la región se emplea en los sectores de la economía del cuidado, que pese a tener un rol fundamental para la sostenibilidad de la vida, son ocupaciones con menores ingresos y protección.

  • Las mujeres dedican el triple del tiempo que los hombres al trabajo de cuidados no remunerado.

  • Los cálculos acerca del valor económico de esta enorme contribución que se hace desde los hogares, en los países que la han medido, indican que representaría entre el 15,7% y el 24,2% del PIB en la región.  Las mujeres aportan cerca del 75% de este valor. 

Mencionó cuatro recursos que desde América Latina y el Caribe son un aporte a la Alianza Global por los Cuidados. “La nuestra es la única en la que por más de cuatro décadas los Gobiernos, el Sistema de Naciones Unidas y las organizaciones de la sociedad civil, en particular, las organizaciones de mujeres y feministas se reúnen en la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe para identificar los avances y los desafíos en la garantía de los derechos y la autonomía de las mujeres y el logro de la igualdad de género”, comentó. Los acuerdos y compromisos asumidos en esas Conferencias nutren la Agenda Regional de Género, una hoja de ruta profunda, ambiciosa e integra que guía las políticas públicas de los Estados y en la que el derecho al cuidado ha estado cada vez más presente. Ese será el eje estructurante de la próxima Conferencia Regional sobre la Mujer, que se realizará en Argentina en noviembre y cuyo tema central es “La sociedad del cuidado: horizonte para una recuperación sostenible con igualdad de género”.

La región cuenta también con el primer tratado regional vinculante sobre el medio ambiente, el Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe, conocido como el Acuerdo de Escazú. Este tratado pone el cuidado del ambiente desde una perspectiva de obligaciones de protección de Derechos humanos por parte de los países y, particularmente, de la protección de las personas defensoras ambientales.

Güezmes resaltó, igualmente, algunos de los acuerdos que hicieron Ministras y Altas Autoridades en la reciente 62ª Reunión de la Mesa Directiva de la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe. Entre otras cuestiones, llamaron a incorporar las perspectivas de género, interseccionalidad, interculturalidad y derechos humanos en políticas y programas, con financiamiento para el desarrollo sostenible, adaptación y mitigación frente al cambio climático, en la reducción del riesgo de desastres. También en esa Declaración se llama a fortalecer la resiliencia de las mujeres, las adolescentes y las niñas en toda su diversidad y promover su autonomía para responder y recuperarse del impacto del cambio climático, los desastres y los fenómenos meteorológicos extremos.

El otro gran aporte que surgió de la región, a propuesta del Instituto Nacional de las Mujeres de México, en conjunto con ONU Mujeres, es la Alianza Global por los Cuidados. Se trata de una iniciativa clave para promover la incorporación de la dimensión de los cuidados en las políticas sociales, laborales, medioambientales y económicas.

La Directora de Asuntos de Género de la CEPAL planteó la necesidad de valorar el trabajo no remunerado y generar información vinculada con las políticas ambientales. Varios países se han realizado esfuerzos por relevar información sobre la distribución de los cuidados en los hogares y el uso del tiempo que hacen las personas y sobre todo las mujeres como consecuencia de las medidas de confinamiento y las variaciones en el empleo.

En la actualidad 23 países de la región han realizado al menos una medición de uso del tiempo. Además, 10 países de la región han valorizado económicamente el trabajo no remunerado de los hogares y 4 han calculado la cuenta satélite del trabajo no remunerado de los hogares. Los datos recopilados han sido clave para el análisis de género, para la medición de todas las formas de trabajo, para analizar el vínculo entre la distribución de los ingresos y la distribución del tiempo y para dar seguimiento a compromisos nacionales, regionales y globales en torno a la distribución del trabajo no remunerado.

En este sentido, Güezmes hizo un llamado a cuantificar, a medir, a romper el silencio estadístico para poder tener información precisa que ayude a formular políticas públicas sobre cuidado. También remarcó la necesidad de reconocer la economía del cuidado como un sector dinamizador e hizo un llamado a financiar e invertir en sistemas de cuidado como parte de la recuperación. Mencionó, además, la importancia de considerar la corresponsabilidad en los sistemas de cuidados. Invitó a crear estos sistema con un nuevo pacto fiscal con igualdad de género que asegure los recursos suficentes.  

Ante la situación actual, puntualizó Ana Güezmes, urge una recuperación transformadora que ponga a la sostenibilidad de la vida en el centro. El llamado es a transitar hacia una sociedad del cuidado que redistribuya el tiempo, el poder y los recursos entre mujeres y varones, y que cuide a las personas y proteja el planeta. “Necesitamos una transformación profunda que reconozca el vínculo entre sociedad, economía y ambiente. Es preciso fortalecer el rol del estado desde perspectiva feminista y poner en el centro lo que realmente importa: la sostenibilidad de la vida. Requerimos un cambio en las instituciones, la política y la fiscalidad. La sociedad del cuidado es el horizonte. Estamos hablando de un cambio civilizatoria que sin dudas nos hará mejores personas”.

Por su parte, Belén Sanz, Representante de ONU Mujeres en México señaló que el objetivo de la Alianza es asumir compromisos y acciones concretas para el reconocimiento, reducción y redistribución del trabajo doméstico y de cuidados entre actores corresponsables, así como la remuneración y representación de las y los trabajadores de cuidados. Belén Sanz resaltó la importancia de “avanzar hacia una sociedad del cuidado que priorice la sostenibilidad de la vida y el cuidado del planeta, y así fortalecer la resiliencia de las mujeres y de sus comunidades. La pandemia de COVID-19 ha sido contundente en revelar la centralidad de los cuidados y la insostenibilidad de su distribución actual. Con la pandemia, las mujeres fueron las primeras en perder su puesto de trabajo y en poner su carrera en pausa para cuidar a sus familias, sus comunidades y la sociedad en general”.

El panel contó con la participación de la Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, Sima Sami Bahous, quien en la clausura del evento dijo: “Necesitamos un enfoque holístico del cuidado y del cambio climático, que dé prioridad a las personas sobre los beneficios económicos, que amplíe la acción climática con perspectiva de género y que desarrolle la resiliencia frente a las perturbaciones económicas y medioambientales,’ haciendo hincapié en la importancia de colocar el trabajo de cuidados en el centro de una recuperación feminista de COVID-19 y de asegurar que el cuidado sea reconocido como un derecho.

La conversación contó también con los aportes de Elena Bonetti, Ministra de la Familia e Igualdad de Oportunidades, Italia; Maria Syrengela, Ministra para la Igualdad de Género de Grecia; Karina Gould, Ministra de las Familias, Infancias y Desarrollo Social del Gobierno de Canadá; Chidi King, Jefa de la División de Género, Igualdad, Diversidad e Inclusión de la OIT; Siobhan Vipond, Presidenta del Comité de Mujeres de la CSI y Vicepresidenta Ejecutiva del Congreso Laboral Canadiense; Amanda E. Devercelli, Líder Global para el Desarrollo de la Primera Infancia, del Banco Mundial; y Amar Nijhawan, Women's Rights Policy Specialist, Economic Justice, de Oxfam Canada. Las conclusiones estuvieron a cargo de Maria Cristina Perceval, Secretaria de Políticas de Igualdad y Diversidad, de Argentina; e Ilze Brands Kehris, Assistant Secretary-General for Human Rights in representation of the Office of the High Commissioner of Human Rights. La moderación estuvo en manos de la periodista Sade Baderinwa.

Las ponentes coincidieron en un llamado a aumentar el financiamiento para la implementación de sistemas integrales de cuidado, a invertir en trabajo decente para todas las cuidadoras, en promover accesos equitativos a sistemas de cuidados, en reducir las brechas salariales que afectan a las mujeres que trabajan en cuidados, así como en la necesidad de que las mujeres estén en el centro de la recuperación de la crisis.

 

Video del panel en YouTube.

Nota de prensa de UN Women en inglés.

Nota de prensa de ABC7NY.