OPINIÓN
Jorge Máttar, Director del ILPES:
Los 50 años del ILPES
Jorge Máttar
Foto: Alejandro Hoppe/CEPAL

América Latina y el Caribe se esfuerza en los albores del siglo XXI por acelerar su desarrollo. Hoy se está discutiendo sobre el papel del Estado, de sus instituciones, del aparato gubernamental y de las políticas públicas, es decir, justo los mismos temas que en los años cincuenta se planteaban para transitar hacia un desarrollo económico que a la postre incorporaría las dimensiones social y de sostenibilidad ambiental.

Creada en 1948, la CEPAL apoyó estos esfuerzos hace cinco décadas con análisis, estudios, investigaciones, asesoría y capacitación en aspectos relacionados con el desarrollo. En junio de 1951, en su cuarto período de sesiones en Ciudad de México, la CEPAL resolvió la creación del Centro de Estudios para el Desarrollo Económico, y en la reunión del comité plenario de la CEPAL, en febrero de 1952, se acordó que el Centro tuviera a cargo un programa de capacitación especializada dirigido a un grupo seleccionado de economistas latinoamericanos. El énfasis: los problemas de desarrollo económico, en particular la investigación y las técnicas de elaboración de programas de desarrollo económico.

Este programa se extendía por un período de 10 meses en Santiago y contó en sus inicios con un promedio de 10 becarios por año. Entre 1952 y 1959 se formaron cerca de 100 economistas latinoamericanos. Hacia 1959 la CEPAL inició la práctica de misiones de asesoría en los países, como respuesta a las solicitudes de los gobiernos que demandaban una asistencia más directa para la formación de personal de los organismos de programación, así como para el asesoramiento sobre los problemas del desarrollo.

A inicios de los años sesenta el programa de capacitación se amplió para llegar a 35 economistas latinoamericanos por año en Santiago y un promedio de 40 en otras capitales. Dada la creciente demanda de los gobiernos, se empezaron a sentar las bases para la creación de una entidad dedicada en exclusiva al asunto, con misión propia. Raúl Prebisch, Secretario Ejecutivo de la CEPAL, fue uno de los artífices de la creación de esta institución. Su certera lectura respecto de la importancia de crear y fortalecer capacidades en los gobiernos para la ejecución de programas de desarrollo fue fundamental primero para la creación del programa de capacitación de la CEPAL y, luego, para la institucionalización de dicha actividad, lo que dio origen al Instituto Latinoamericano de Planificación Económica y Social (más tarde se añadiría "Caribeño" al título).

De acuerdo con la resolución 218 (AC. 50), del VIII Comité plenario de la CEPAL, reunido en Santiago de Chile el 16 de febrero de 1962, el Instituto, bajo el abrigo de la CEPAL, tendría a su cargo proporcionar, a solicitud de los gobiernos, servicios de capacitación y asesoramiento en los países y territorios situados en el radio de acción geográfico de la Comisión y realizar investigaciones sobre técnicas de planificación.

El 2 de julio de 1962 marca entonces el nacimiento del ILPES, cuando se inaugura el curso de capacitación en desarrollo económico en Santiago, que puede entenderse como la continuación del programa de capacitación que la CEPAL venía ejecutando desde una década antes. Raúl Prebisch fue su primer Director. Desde entonces, el Instituto ha desarrollado su labor ininterrumpidamente y ha acompañado a los gobiernos en la construcción de capacidades institucionales y humanas manteniendo el espíritu que le dio origen. Por las aulas del ILPES han pasado miles de alumnos que desempeñan hoy cargos de alta responsabilidad en gobiernos y otras entidades.

Actualidad y futuro

El mundo y la región han cambiado en estas cinco décadas. América Latina y el Caribe ha progresado en su desarrollo, pero mantiene asignaturas pendientes y enfrenta otros desafíos que convocan al ILPES a responder a nuevas demandas. Los países reflexionan hoy sobre el legado del esquema de desarrollo seguido en las últimas dos décadas y la fórmula para reducir las desigualdades. Pero también discuten sobre lo que parece ser un renovado interés por la planificación y las políticas para el desarrollo centradas en objetivos de igualdad, lo cual deriva en la discusión sobre el papel del Estado.

Las políticas de Estado deben mirar a horizontes de largo plazo. Hoy los países están poniendo creciente atención en la construcción de visiones de futuro, donde la reducción de la desigualdad es una aspiración generalizada. En ese empeño, la planificación es un instrumento poderoso, capaz de articular intereses de diferentes actores (Estado, sociedad, gobierno, el mundo), de espacios diversos (lo nacional y lo local), a través de políticas públicas (de Estado, planes y programas, nacionales y subnacionales), con visión de largo plazo (sustentabilidad).

El ILPES colabora y dialoga con los países sobre este nuevo enfoque de la planificación, que responde a agendas nacionales de desarrollo y cuya construcción es, a diferencia del pasado, crecientemente participativa, como reflejo del avance democrático de los países de la región.

El Instituto ha documentado los progresos de la región en materia de gestión pública en las últimas dos décadas, sobre todo en materia de finanzas públicas. Se han reducido el déficit público y la carga de la deuda, han mejorado los sistemas de gestión, de rendición de cuentas y de información a la ciudadanía, pero prevalecen retos como la baja carga tributaria y una estructura que hace que ingreso y gasto sean, en el mejor de los casos, levemente progresivos y, en el común, regresivos. Se hace necesario un nuevo pacto fiscal.

En cuanto a la dimensión subnacional, constatamos una creciente preocupación de los gobiernos por las disparidades entre regiones, que agudizan las desigualdades y dificultan la convergencia.

En síntesis, las estrategias nacionales de desarrollo, la prospectiva y los escenarios de largo plazo, un nuevo pacto fiscal y el desarrollo territorial constituyen áreas fundamentales del trabajo del ILPES, en la medida que responden a la demanda de los países y son coadyuvantes críticos en el camino trazado por el documento de la CEPAL La hora de la igualdad: brechas por cerrar, caminos por abrir.

El ILPES de hoy apunta a ser una entidad regional de excelencia en la generación y difusión de conocimiento y en la elaboración de propuestas sobre el papel del Estado en los procesos de desarrollo y en el mejoramiento de la planificación y la gestión pública, atendiendo a las características propias y necesidades de la región. En eso estamos empeñados ahora en el Instituto, al que nos honra pertenecer.


 


 

 

 

 

 
 

La planificación es un instrumento poderoso, capaz de articular intereses de diferentes actores, de espacios diversos, a través de políticas públicas, con visión de largo plazo.

 
  El Instituto Latinoamericano y Caribeño de Planificación Económica y Social (ILPES) forma y desarrolla capacidades en la región desde hace cinco décadas.