OPINION
Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL:
México y Brasil: hacia una senda común
Foto: Lorenzo Moscia, CEPAL

(Columna reproducida en exclusiva por el diario Reforma, México, 7 de noviembre de 2010)

México y Brasil, las economías más grandes de América Latina, han iniciado conversaciones bilaterales y consultas internas orientadas a explorar un Acuerdo Estratégico de Asociación Económica. Los dos países suman 303 millones de personas, aportan el  81% de las exportaciones de América Latina y el Caribe y  representan el 58% del PIB regional. El que México y Brasil inicien un proceso formal de negociación es muy positivo para la región. Además de fortalecer el intercambio comercial y la inversión, el proceso impulsará la integración y mejorará la inserción global de ambas naciones.

El encuentro entre Brasil y México ayudará a consolidar el buen momento económico que vive América Latina, que se está recuperando rápidamente de la crisis, con un crecimiento esperado del PIB de 5,2% para 2010. Para México, avanzar en el acuerdo representa una oportunidad para diversificar los socios comerciales y para acceder al mercado brasileño. Para Brasil significa beneficiarse de la posición estratégica de México y de su estrecha relación comercial con Estados Unidos. El acuerdo permitirá explotar las complementariedades y reducir las vulnerabilidades, promover un uso más eficiente de recursos y ampliar los flujos de inversión directa y con ello las capacidades de crecimiento y desarrollo de ambas naciones.

Los trabajos hacia esta asociación estratégica consolidarán el acercamiento iniciado tiempo atrás con la puesta en marcha de tres acuerdos de Complementación Económica, que cubren cerca de 800 líneas arancelarias  y que ayudaron a convertir a México en el séptimo socio comercial de Brasil, y a Brasil en el quinto mercado de productos mexicanos. En 2009, y a pesar de la crisis, el comercio bilateral alcanzó 5,4 mil millones de dólares, lo que será potenciado aún más por el acuerdo.

Por su parte, inversiones mexicanas en Brasil han alcanzado los 17 mil millones de dólares, mientras que las brasileñas en México rondan los mil cien millones de dólares. Datos recientes indican que se cuadruplicarán en los próximos años y en el nuevo proceso se ampliarán. El acuerdo fortalecerá las capacidades regionales en innovación y transferencia de tecnología en áreas estratégicas, como energía, manufactura y agroindustria. Tal inyección de recursos creará sinergias con el capital mexicano para ampliar y diversificar la oferta productiva.

México y Brasil ocupan la posición 14 y 10 por el tamaño de sus economías en el mundo. Tienen fundamentos macroeconómicos sólidos, con baja inflación y con déficits fiscales moderados. Sus estructuras productivas revelan complementariedades en muchos sectores. Comparten, además, retos similares como la reducción de la pobreza, la desigualdad, la disminución de las vulnerabilidades externas y el aumento de la competitividad internacional.

Sin embargo, también existen asimetrías productivas, fiscales y de otra índole. Hay marcadas diferencias en  la industria del calzado y en algunos rubros agrícolas y agroindustriales. Brasil tiene una carga tributaria cercana a 37%, mientras que la de México es casi veinte puntos más baja y depende fuertemente de los ingresos petroleros. Brasil cuenta con una dinámica banca de desarrollo y políticasmuy activas de apoyo productivo. El sector externo representa 56% del PIB  de México y sólo 22% del de Brasil.

En el campo social los dos países tienen programas de combate a la pobreza con amplio reconocimiento internacional.

Hay grandes esperanzas en que este acuerdo también promueva el desarrollo regional. El presidente de Brasil ha dicho que "necesitamos acercar aún más nuestras empresas y diversificar el intercambio, enfocando nuevos nichos y oportunidades de negocios. Las negociaciones en curso para ampliar y profundizar el acuerdo comercial bilateral son un paso alentador en esa dirección."

Por su parte, el presidente de México ha manifestado que "México apuesta por el comerciomexterior como una herramienta indispensable para crecer y estamos convencidos de que es, además, la estrategia correcta." 

Las multilatinas de Brasil y México han trazado un camino de internacionalización. El acuerdo ayudaría a la mayor incorporación de las pequeñas y medianas empresas en las cadenas de valor y a ampliar el mercado regional, mejorando la capacidad y calidad de empleos y la distribución del ingreso. Esta asociación generará una masa crítica de intereses públicos y privados para acercar más a ambas economías.

Celebramos el inicio de los procesos de consulta interna en ambos países hacia el Acuerdo Estratégico de Asociación Económica. Este sin duda contribuirá a una integración renovada, al aumento del comercio y la inversión, a fortalecer de la innovación y la transferencia de tecnología. Si bien es una excelente oportunidad para avanzar en modernización ecónómica, los resultados esperados en materia de crecimiento, de abatimiento de la pobreza y de disminución de la desigualdad distan de ser automáticos.  Para ello se requieren políticas públicas que aprovechen los nuevos impulsos al desarrollo que ofrece este acuerdo. 


 


 

 

 

 

 
  Los dos países suman 303 millones de personas, aportan 81% de las exportaciones de América Latina y el Caribe y  representanl 58% del PIB regional.
 
  Un acuerdo estratégico de asociación económica entre ambos países fortalecería el intercambio y la inversión, pero además impulsaría la integración regional y ayudaría a consolidar el buen momento económico que vive América Latina y el Caribe.