Nota informativa
La pandemia de COVID-19 causó una severa caída del PIB en América Latina y el Caribe que representa la peor crisis de su historia reciente y para el año 2020 ha implicado un retroceso de 18 años en la participación laboral de las mujeres, así como en el aumento de la informalidad y el desempleo. La contundente salida de las mujeres del mercado laboral está vinculada a la sobrecarga de trabajo doméstico y de cuidados que recayó de manera desproporcionada en ellas. Además, según datos de la CEPAL, seis de cada diez mujeres en la región están empleadas en los sectores con mayor riesgo en la pandemia —comercio, manufactura, turismo y trabajo doméstico— los cuales son, al mismo tiempo, aquellos que están teniendo mayores desafíos para la recuperación. La política fiscal tiene un rol clave para contribuir una recuperación con igualdad de género y sostenibilidad.
Estos fueron algunos de los aportes de Nicole Bidegain Ponte, Oficial de Asuntos Sociales de la CEPAL, al 29º Congreso Anual de la Asociación Internacional de Economía Feminista (IAFFE, por sus siglas en inglés), en el marco del cual moderó el panel ¿De la crisis a la oportunidad? Paquetes de estímulo fiscal y Financiamiento para la Igualdad de Género en América Latina en el contexto COVID-19. La especialista destacó también que, si bien los países de América Latina y el Caribe han aumentado su gasto público para afrontar la crisis, en particular, a través de transferencias para proteger los ingresos de las personas y el tejido productivo, es necesario profundizar el análisis sobre sobre el impacto distributivo de género de estas medidas fiscales.
Conforme a la Estrategia de Montevideo, los Estados Miembros de la CEPAL se han comprometido a elaborar presupuestos con enfoque de género para garantizar recursos suficientes, intransferibles, sostenibles y que cubran todos los niveles y ámbitos de política pública orientada a revertir las desigualdades de género y garantizar los derechos de las mujeres. En la coyuntura actual, explicó Nicole Bidegain, resulta aún más importante asignar recursos suficientes para políticas y servicios clave para las mujeres, tales como los servicios de salud sexual y reproductiva, los servicios para prevenir y hacer frente a la violencia de género contra las mujeres, y en particular los servicios y políticas de cuidado. Para ello, es necesario explorar herramientas para expandir el espacio fiscal y así cubrir las necesidades crecientes de financiamiento, tales como aumentar la progresividad de los sistemas tributarios, incrementar la presión tributaria en los sectores de mayores ingresos y fortalecer la cooperación regional para movilizar recursos y combatir la evasión fiscal y los flujos financieros ilícitos.
Por su parte, María Dolores Almeida, consultora en finanzas públicas de ONU Mujeres, presentó avances en el análisis de la dimensión de género sobre las medidas fiscales en Colombia, Ecuador y México. Asimismo, sostuvo que de acuerdo con hallazgos preliminares del análisis son pocas las medidas fiscales implementadas en respuesta a la crisis que han tenido enfoque de género, aunque algunas políticas que han aumentado el gasto han tenido externalidades positivas para las mujeres.
Por su parte, Silvia Fernández realizó una presentación sobre las asignaciones presupuestarias para la igualdad de género en los presupuestos públicos de América Latina y el Caribe. En su exposición, destacó que en 21 de 22 países de América Latina es posible identificar si existe gasto para la igualdad de género. Sin embargo, planteó que los presupuestos son instrumentos complejos de permear por nociones fuera de la perspectiva neoclásica, como el enfoque de género.
Lorena Barba y Tania Sánchez, consultoras de ONU Mujeres sobre presupuestos sensibles al género, por su parte, presentaron buenas prácticas en América Latina y el Caribe en relación con los mecanismos de monitoreo del financiamiento para la igualdad de género y recordaron el indicador para determinar cuáles países cuentan con mecanismos para monitorear la asignación de recursos para la igualdad de género. Las panelistas señalaron que estos avances permiten que los Gobiernos desarrollen mayores esfuerzos para visibilizar lo que están haciendo, tanto en el poder ejecutivo como el legislativo, y que amplíen la inversión a temas como empleo y acceso a créditos.
Al cierre de la sesión, Bidegain Ponte destacó que CEPAL ha hecho un llamado a orientar estratégicamente el gasto a fin de proteger los ingresos y el empleo de las mujeres afectadas por la crisis y su participación en los procesos de recuperación, a través de medidas afirmativas para el acceso de empresas de mujeres a los sistemas de compras públicas y la inversión en sectores dinamizadores con enfoque de género. Uno de ellos es la economía del cuidado, sector que genera efectos multiplicadores en el bienestar, la redistribución de tiempo e ingresos, la participación laboral de las mujeres y la recaudación tributaria.