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CEPAL propone alivio de la deuda del Caribe anglófono para invertir en lucha contra el cambio climático

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8 de diciembre de 2015|Comunicado de prensa

El organismo regional de las Naciones Unidas presentó esta propuesta en el marco de la conferencia internacional contra el calentamiento global que se celebra en París.

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Vista del lago Carraizo, en Puerto Rico, tras haber bajado considerablemente su nivel del agua a mediados de septiembre de 2015.
Foto: Thais Llorca/EFE.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) propuso hoy en el marco de la conferencia sobre el clima en París una estrategia para reducir la deuda pública externa de los países del Caribe anglófono considerados pequeños Estados insulares en desarrollo a través de la creación de un fondo regional de resiliencia para financiar medidas de adaptación y mitigación al cambio climático.

Esta propuesta fue presentada hoy por el Director de la División de Desarrollo Económico del organismo regional, Daniel Titelman, durante un evento organizado por la CEPAL en conjunto con la Secretaría del Commonwealth, en el marco de la 21 Conferencia de las Partes (COP) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se celebra del 30 de noviembre al 11 de diciembre en Francia.

Según explicó, en 2013, diez países del Caribe (Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Jamaica, Saint Kitts y Nevis, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas) tenían porcentajes de deuda pública total que se situaban en un rango de entre 76 y 130% de su producto interno bruto (PIB), por encima de los límites sobre los cuales se considera que la deuda es insostenible.

La deuda pública total, tanto interna como externa, en quince países del Caribe (los diez citados, más Anguila, Guyana, Montserrat, Surinam y Trinidad y Tobago) ascendió a cerca de 50.000 millones de dólares, equivalentes a 72% del PIB subregional. De ese monto, unos 30.000 millones corresponden a deuda interna y cerca de 18.000 millones, a deuda externa, de la que 46% ha sido contraída con acreedores privados y 54%, con acreedores públicos.

La CEPAL subraya que estos elevados porcentajes de deuda reflejan las vulnerabilidades económicas y ambientales de estos países y se han convertido en un lastre para el desarrollo de los pequeños Estados insulares en desarrollo (SIDS en sus siglas en inglés, definición que incluye también a algunos países no insulares que enfrentan desafíos similares). Como ejemplo de ello, se calcula que entre 2000 y 2014 los desastres naturales causaron daños estimados en al menos 27.000 millones de dólares en los países del Caribe anglófono.

El organismo regional de las Naciones Unidas propone la creación de un fondo de resiliencia que se puede financiar a través de instrumentos como los Canjes de Deuda para la Adaptación y Mitigación al Cambio Climático (Debt Swaps for Climate Change Adaptation and Mitigation), que requieren interacción entre las instituciones multilaterales, los países donantes y los países deudores. Las fuentes de financiamiento para este mecanismo pueden salir de los fondos globales para el cambio climático.

A cambio, los países beneficiarios se tendrían que comprometer a destinar los recursos que ahorren en el servicio de la deuda a este fondo de resiliencia del Caribe, dedicado a financiar acciones de mitigación y adaptación al cambio climático y que estaría gestionado por una institución financiera sólida y fiable.