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Inauguración del trigésimo noveno período de sesiones de la CEPAL

24 October 2022|Speech

Discurso inaugural de José Manuel Salazar-Xirinachs, Secretario Ejecutivo de la CEPAL (Buenos Aires, Argentina, 24 de octubre de 2022).

Discurso inaugural de José Manuel Salazar-Xirinachs

Secretario Ejecutivo de la CEPAL

 

Inauguración del trigésimo noveno período de sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe

 

24 a 26 de octubre de 2022

 

Saludos protocolarios

 

  • Excelentísimo señor Alberto Fernández, Presidente de la Argentina,
  • Excelentísimo señor André Tinoco, Ministro de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica, Presidente del trigésimo octavo periodo de sesiones de la CEPAL,
  • Excelentísimo señor Santiago Cafiero, Ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la Argentina,
  • Sra. Mercedes Marcó del Pont, Secretaria de Asuntos Estratégicos, Presidencia de la Nación
  • Estimado António Gutérres, Secretario General de las Naciones Unidas (video)
  • Estimadas y estimados ministros y delegados de los Estados miembros de la CEPAL,
  • Miembros del Cuerpo Diplomático,
  • Representantes de organismos internacionales y colegas del sistema de las Naciones Unidas y de la CEPAL, y representantes de las organizaciones de la sociedad civil,
  • Amigas y amigos:

 

Muy buenos días y bienvenidos a este, el trigésimo noveno período de sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe. Quiero extender nuestro testimonio de gratitud tanto a Costa Rica, mi propio país, que ejerció la presidencia de nuestra organización durante los pasados dos años, como a la Argentina, que la asume durante el próximo bienio.

 

Para la CEPAL, que lleva en los rasgos de su identidad la huella perdurable de Raúl Prebisch, realizar su reunión principal en este país reviste particular significancia.

 

Muchas gracias, Sr. Presidente Alberto Fernández y Sr. Canciller Santiago Cafiero, y a todo el conjunto de sus colaboradores, que han trabajado incansablemente estos últimos meses junto con el equipo de la CEPAL para organizar esta trascendental reunión.

 

Quisiera también reconocer y agradecer en la persona del Ministro Tinoco de Relaciones Exteriores de Costa Rica, la importante labor desempeñada por la Presidencia de Costa Rica este último bienio, en donde, producto de la pandemia nos vimos obligados a desarrollar nuevas formas y modalidades de trabajo intergubernamental, acudiendo a la virtualidad. A pesar de ello, durante la presidencia de Costa Rica de la CEPAL, hemos logrado impulsar en forma conjunta temas de gran relevancia para la agenda de desarrollo sostenible. A modo de ejemplo, en plena pandemia de COVID-19, hemos elevado la voz de los países de la región en foros globales sobre financiamiento para el desarrollo, llamando la atención sobre los requerimientos particulares de los países de ingreso medio y de los pequeños estados insulares. Asimismo, hemos llamado a la comunidad internacional a renovadas formas de cooperación con esos países, a la urgencia de diseñar mecanismos e instrumentos innovadores de financiamiento y acción climática, y a la oportunidad de afinar la medición de sus vulnerabilidades.

 

Yo quisiera muy especialmente agradecer al Secretario General de las Naciones Unidas, Sr. António Guterres, por su confianza en mí al designarme como Secretario Ejecutivo de la CEPAL, posición que asumí el pasado 2 de Octubre. Es un honor enorme, que asumo con responsabilidad y compromiso, y muy consciente de la complejidad, seriedad y diversidad de los retos que enfrentan los países de la región, a cuyo servicio empeñamos lo mejor de nuestros esfuerzos.

 

La CEPAL es y ha sido desde sus orígenes hace casi 75 años, una gran fuente de conocimientos, de datos comparables, experticia, autoridad y promotor de un dialogo riguroso y analítico en materia de políticas públicas, cuya vocación y principal objetivo ha sido apoyar y acompañar a los hacedores de política en los procesos de transformación económica, social y ambiental de los países de la región, con pensamiento original, con diagnósticos y recomendaciones basadas en evidencia e innovadoras, adecuadas a las realidades de cada país. En pleno siglo 21 esto es tan o más necesario que nunca y mi compromiso es continuar y fortalecer esa misión, para lo cual la CEPAL y yo, estamos al servicio de todos ustedes.

 

Como saben, esta reunión ofrece la oportunidad de revisar las tareas ejecutadas por la Comisión durante los últimos dos años y proyectar las tareas a futuro contenidas en su programa de trabajo. También nos permitirá reflexionar sobre las acuciantes circunstancias por las que atraviesa el mundo y la región. A estas conversaciones es a las que los estamos convocando estos tres días. 

 

 

  1. El documento de posición del 39 Período de sesiones

 

Amigas y amigos,

 

Nuestra región está necesitada y deseosa de políticas transformadoras y audaces que ofrezcan soluciones realistas y pragmáticas a sus agudas carencias y brechas económicas, sociales y ambientales y que resuelvan muchas de las necesidades más básicas, sobre todo de las poblaciones pobres y vulnerables, pero también de unos estratos medios también vulnerables y que sufren mucho con el impacto de los ciclos económicos.

 

La meta en esta época postpandemia y para el 2023 no puede ser solo mitigar los daños de la pandemia y reactivar la economía, como si nos pudiéramos dar por satisfechos con volver a la situación de antes de la pandemia y de la guerra en Ucrania. Por supuesto que debemos mitigar los daños, como el aumento de la pobreza, la informalidad y la desigualdad, y enfrentar el apagón educativo, pero además se trata de promover acciones transformadoras para el desarrollo, se trata de que los países de la región avancen, logren salir de la trampa del ingreso medio y cumplan con el legítimo sueño de ser países socialmente inclusivos a partir de crecimiento dinámico, sostenido, sostenible e incluyente.

 

Por eso hemos titulado el documento de posición para este período de sesiones: “Hacia la transformación del modelo de desarrollo en América Latina y el Caribe: producción, inclusión y sostenibilidad”.  Su mensaje principal reside en lo siguiente: la agenda alrededor de la cual debemos construir es una que podríamos llamar de reactivación con transformación, es decir, una que en el corto plazo combine el delicado manejo macroeconómico que demanda la coyuntura, con sus complejos balances entre la necesidad de enfrentar la inflación, reactivar la economía, crear empleo y ayudar a los grupos vulnerables, en un contexto de limitado espacio fiscal y monetario financiero. Y que impulse sin postergar las reformas e inversiones cuyos frutos se van a ver más en el mediano y largo plazo, pero cuya implementación no puede esperar porque su ciclo para ver resultados tiene un horizonte de tiempo más alargado.

 

El documento es una invitación a los países miembros a elevar el nivel de ambición en materia de sus estrategias de desarrollo, y por supuesto hacemos eco de los llamados al sistema multilateral tanto de comercio como el sistema financiero para alzar también la ambición en cuanto a niveles de financiamiento y apoyo, no solo para los países menos desarrollados sino también para los países de ingreso medio.

 

  1. La coyuntura a fines del 2022: una crisis del desarrollo

 

El tema del manejo de la coyuntura y de la reactivación es fundamental porque este trigésimo noveno período de sesiones de la CEPAL se desarrolla en momentos muy duros y muy complejo para la economía y la geopolítica mundial. Todos los países están siendo afectados por una cascada de crisis. Se habla, con razón, de crisis climática, de salud, de empleo, social, educativa, de seguridad alimentaria, energética y de costo de vida. Todas impactan con diversa intensidad y variadas características a numerosas naciones, incluyendo al conjunto de las latinoamericanas y caribeñas. Y no solo eso, todas tienen lo que los economistas llaman efectos de segunda ronda, o reverberaciones que en muchos casos se refuerzan mutuamente creando círculos viciosos que es necesario romper.

 

Entonces, me atrevería a afirmar  que lo que realmente estamos enfrentando como región es una verdadera crisis del desarrollo. Una que se refleja en el deterioro de multiples indicadores de bienestar y de desempeño social y económico, en dimensiones como la pobreza, la salud, las pérdidas educativas, el empleo, y la equidad de género y otras.

 

la idea de progreso, de avance, que es intríseca al concepto de desarrollo no se está concretando  en la vida cotidiana de  las  grandes mayorías de nuestra población. Por el contrario, a causa de las crisis combinadas, pero también, y tal vez principalmente, a causa de nuestras propias fallas de política pública y bajas capacidades institucionales, lo que nos está sucediendo en muchos campos, y lo que nos señalan las estadísticas, es que estamos ante notorios retrocesos en materia de desarrollo. Esa es, en una cápsula, nuestra lectura del momento en que nos toca reunirnos. Nuestro presente complejo obliga a una pregunta incómoda pero urgente: ¿Cómo evitar otra década perdida?

 

A partir de este diagnóstico, el llamado que hacemos en el documento que hoy presentamos es a redoblar esfuerzos, a innovar, a colaborar y a movilizar voluntades con eficaces enfoques de política pública para que caminemos hacia adelante, y no en retroceso, y para que en esa marcha, como bien subrayan los Objetivos del Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas: “nadie se quede atrás”.

 

Por supuesto que caminar hacia adelante es más fácil cuando hay viento de cola, y buenas condiciones en la economía internacional, como nos pasó en la primera década del siglo 21. Hoy día, esos vientos no nos acompañan, por el contrario, lo que enfrenta la región es una tormenta perfecta de crisis simultáneas que golpean duramente a amplios sectores de la población, a los más pobres y vulnerables de forma notoria, pero también a una alta proporción de los estratos medios.

 

Tal conjunción de choques externos y de condiciones de alta volatilidad es muy lamentable en términos de sus efectos sobre grandes sectores de la población. Para los gobernantes y sus equipos de gobierno, para las políticas públicas y para las instituciones, son una verdadera prueba de esfuerzo y de su capacidad de manejo político y de diálogo social. En la CEPAL lo entendemos, y esperamos cada vez más profundizar en el análisis de los retos de gobernanza e institucionales en cada una de las áreas prioritarias de trabajo, para trabajar no solo en los “qué se debe hacer”, sino en extraer lecciones y hacer recomendaciones sobre “cómo hacerlo”. Porque sin entender y trabajar en “los cómos“ no podemos mover las agujas del desarrollo.

 

Mientras se aproxima el final de este año 2022 es urgente que las autoridades de los gobiernos y el sector privado en cada país, y por cierto los organismos internacionales y regionales, tomemos medidas y coordinemos acciones para enfrentar la volatilidad actual y lo que se nos viene en el 2023.

 

Más tarde, en la presentación del documento de posición abundaré sobre algunos de estos retos de la coyuntura y de cara al próximo año.

 

Pero quisiera ahora hacer un breve comentario sobre la globalización.

 

  1. Presente y futuro de la globalización

 

La globalización ha venido cambiando en varias dimensiones, que es importante comprender y debatir porque tienen implicaciones para la estrategia de desarrollo de los países.

 

Primero, el mundo del comercio multilateral relativamente predecible, regido por reglas comúnmente aceptadas, al que nos habíamos más o menos acostumbrado en los últimos 30 años, ha cambiado y sigue cambiando por efecto de las tensiones geopolíticas, del aumento del proteccionismo, de las disrupciones de las cadenas globales de valor, en parte por las tensiones geopolíticas y en parte por el reordenamiento de esas cadenas atendiendo a la revolución tecnológica y digital, y a estrategias productivas y corporativas.

 

La conjunción de estos y otros factores está llevando a una reafirmación del regionalismo, tanto en esquemas de integración como en la reconfiguración de las cadenas de valor, el nearshoring y tendencias similares. En términos de las estrategias de desarrollo, esto tiene costos y amenazas, pero también abre oportunidades. Por ejemplo, la reconfiguración de cadenas de suministro y el reacomodo de las tres grandes fábricas globales: Estados Unidos, la Unión Europea y China, debe llevar también a repensar nuestras estrategias de atracción de inversiones, comerciales y nuestra relación con los flujos de capital.

 

Asimismo, hacen aún más urgente consolidar los esfuerzos y espacios para la integración y cooperación en nuestra región. Existen oportunidades concretas para consolidar esquemas de integración existente en torno a retos comunes, así como potenciar cadenas regionales de valor en torno a algunos de los sectores dinamizadores de la recuperación que presentaré el día de hoy.

 

Una segunda dimensión de la globalización y del sistema económico mundial que está cambiando, particularmente en materia macroeconómica y financiera, es que la era de baja inflación, bajas tasas de interés, y liquidez masiva en los mercados financieros parece haber llegado a su fin. Hemos entrado en una nueva era de tasas de interés elevadas, inflación alta o moderada, más incertidumbre y consecuente nerviosismo de los mercados financieros, todo lo cual suma a la creciente fragilidad fiscal e incrementos en la deuda externa, pero a mayor costo, de algunos estados soberanos.

 

Este es otro cambio en la economía mundial y en las fuerzas que le dan forma a la globalización. Se ha venido conversando mucho en los últimos años sobre esquemas para reestructurar y renegociar deudas, pero como bien lo reflejó el título de un panel en la Reunión Anual del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (FMI) en esta materia lo que estamos viendo es “muy poco muy tarde” (Too Little, too late). Uno de los mensajes claros de los intercambios en esa reunión, es que aunque hay una importante movilización de recursos para apoyo de balanza de pagos, para reestructuración de deuda, para seguridad alimentaria y en materia climática, los montos son todavía muy modestos en proporción con las necesidades.

 

Y una tercera dimensión es la estrictamente comercial. Si uno observa solo los números sobre el comercio mundial de bienes, encuentra que ha habido una especie de ralentización de la globalización, porque el comercio de bienes como proporción del PIB mundial se ha reducido. Pero si uno mira las estadísticas del comercio de servicios encuentra que este se ha disparado, en particular los servicios modernos habilitados por el internet y las TIC. Entonces, aunque mirado desde el punto de vista del comercio de bienes es posible pensar que ha habido cierta desglobalización, mirado desde el punto de vista del comercio de servicios hay toda una nueva etapa de globalización muy dinámica.

 

  1. Diez áreas prioritarias

 

Para enfrentar las tendencias amenazantes del entorno internacional y los retos propios de las estructuras económicas de nuestros países, el documento que les presentaremos hoy analiza un número importante de desafíos que tienen los países y la región de ALC en conjunto, y hace una serie de recomendaciones en un número tal vez muy abundante de temas que consideramos importantes para los países y economías de la región.

 

Con el fin de destacar lo más prioritario, quisiera seleccionar 10 grandes áreas de retos y desafíos de los países individualmente considerados y de la región en conjunto, que explicaré en más en detalle en mi presentación del documento y que concibo como áreas prioritarias para el trabajo de la CEPAL. Estas áreas son:

 

  1. Promoción de la productividad, el desarrollo productivo, el empleo y el crecimiento inclusivo. Esto constituye un conjunto de temas que se relacionan estrechamente.
  2. Reducción de la desigualdad, porque aunque algo avanzamos en la década de oro de alto crecimiento a principios de este siglo, seguimos siendo la región más desigual del mundo.
  3. Fortalecimiento de las políticas sociales y de la protección social para avanzar hacia Estados de Bienestar lo cual incluye como algunos de sus temas destacados la promoción de redes de cuido, la cobertura universal y la suficiencia de las pensiones, la promoción del empleo formal y reducción de la informalidad, la eliminación de toda forma de discriminación y el respeto a los derechos humanos de grupos poblacionales específicos como los afrodescendientes, las poblaciones indígenas y los jóvenes, entre otros.
  4. Educación, formación profesional e inversión en el talento humano con un enfoque de aprendizaje a lo largo de la vida
  5. Sostenibilidad y resiliencia ambiental, lo cual incluye como temas clave los de transición energética, descarbonización, cambio climático y combate a la pérdida de biodiversidad, más los grandes desafíos de inversión en mitigación y adaptación.
  6. Transformación digital
  7. Gestión adecuada de los flujos migratorios con atención a los derechos humanos de las personas migrantes
  8. Integración económica y cooperación a nivel regional y subregional.
  9. Promoción de la igualdad de género y de la economía del cuidado, empoderando a las mujeres en todos los ámbitos incluyendo muy particularmente en el mercado de trabajo y combate a toda forma de discriminación o violencia de género.
  10.  Las políticas macroeconómicas, monetarias, fiscales y cambiarias que crean el contexto para el crecimiento y que viabilizan la inversión pública y privada necesaria para avanzar en los otros nueve temas, entre otros.

 

Esta es la agenda que les invitamos a conversar y a analizar, sin perder de vista el norte que nos plantea la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus 17 ODS, una agenda que nuestra región contribuyó a diseñar y sigue siendo prioritaria, para definir el norte en materia de reactivación económica con transformación de los modelos de desarrollo, por supuesto con adaptación a las particularidades de cada país.

 

Pero quisiera agregar un último tema transversal en el cual todo lo anterior converge y que es esencial para que las transformaciones deseadas sucedan, y este es el de la gobernanza, la calidad institucional y el diálogo social.

 

Como dije al principio, en la CEPAL entendemos claramente que no basta con hacer listas del qué hacer, sino que lo más complejo, técnica, institucional y políticamente es cómo implementar los planes y programas, cómo adaptar las buenas prácticas internacionales a las condiciones locales, cómo involucrar de maneras constructivas y orientadas a la acción a todos los actores económicos y sociales relevantes para un determinado tema, desafío o misión, pregunta esta última ante la cual la profesora Mariana Mazzucato nos va a presentar un sumamente relevante trabajo que ha hecho para la CEPAL y para todos ustedes.

 

Entonces, como dije, nuestra intención es profundizar cada vez más en el análisis de los retos de gobernanza e institucionales en cada una de las áreas prioritarias de trabajo, para trabajar no solo en “los qué se debe hacer”, sino en “los cómos”, y hacer a nuestra querida institución lo más útil posible para apoyarlos a ustedes, los gobiernos miembros, a diseñar políticas transformadoras para desarrollo.

 

Muchas gracias.