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La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en conjunto con Agencia Nacional de Transporte Acuático de Brasil (ANTAQ) y Asociación Mundial de Infraestructuras del Transporte Acuático (PIANC), realizaron el miércoles 19 de octubre de 2016 el taller “Las vías navegables y un uso sostenible de los recursos naturales: redes, desafíos y oportunidades para América del Sur” en Río de Janeiro, Brasil, en el marco de la Conferencia sobre ingeniería costera y puertos en los países en desarrollo (COPEDEC) de PIANC que se desarrolló en esa ciudad.
El encuentro tuvo como objetivo promover el diálogo regional sobre las vías de navegación interior de importancia regional para América del Sur y reunió a más de 80 expertos y autoridades nacionales e internacionales y asesores técnicos que se enfocan en temas fluviales. Los paneles de expertos contaron con la participación de funcionarios gubernamentales de siete países de la región: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Paraguay, Perú, y Uruguay, al igual que representantes de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU).
Se prestó particular atención al rol de la navegación interior en la utilización más sostenible de los recursos naturales de la región, especialmente en las regiones de baja accesibilidad mediante el transporte por carretera o ferrocarril, donde ofrece un potencial no solo para el transporte de carga a granel de recursos naturales, sino también en otros posibles nuevos mercados.
En este contexto, el diálogo se centró en el rol que tiene el uso de las vías navegables interiores, en torno a tres temas principales:
- Infraestructura de las vías de la navegación interior, la identificación del potencial económico y la posible clasificación de las vías navegables nacionales y regionales.
- Esquemas de financiación para el desarrollo de vías navegables interiores.
- Políticas y gobernanza para la navegación interior.
En esta ocasión la CEPAL presentó una propuesta de clasificación fluvial para la región, publicada en el Boletín de Facilitación del Transporte y el Comercio en América Latina y el Caribe (FAL). La propuesta fue bien acogida por los países, los que acordaron junto con PIANC la creación de un grupo de trabajo liderado por la CEPAL compuesto por las naciones de la región interesadas en la temática, con el fin de darle seguimiento.
En materia de los esquemas de financiación para el desarrollo de vías navegables interiores y los desafíos y tendencias en relación a la inversión, se concluyó que para atraer la inversión público-privada necesaria, que a su vez sea fiscalmente sostenible, es importante tener en cuenta los aspectos multidimensionales y logísticos que implica el transporte fluvial. Además, este tipo de inversión debe considerar los impactos socio-económicos y los valores añadidos con el fin de asegurar el retorno fiscal deseado.
Los países participantes concluyeron que el transporte fluvial y las vías navegables deberían jugar un rol más integrado en los sistemas logísticos de la región y en las políticas públicas que los gobiernan. Para tal fin, es necesario trabajar en la inclusión del transporte fluvial en las políticas de logística integrada y también en políticas sectoriales de movilidad y transporte fluvial. Se destacó que las ventajas de la navegación interior en términos a su desempeño y su sostenibilidad no vienen de forma automática y que será necesario trabajar en estrategias futuras que permitan alcanzar su potencial como uno de los modos más sostenibles. Estas estrategias requieren trabajo por parte de los países a nivel nacional y regional no solo en términos de inversión en infraestructura, sino también en la armonización de los marcos regulatorios y tecnológicos.
La movilidad fluvial afecta el desarrollo económico, social y ambiental de la región, aspectos centrales de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus Objetivos aprobados por la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 2015. Los esfuerzos en este tema parten de la premisa que se deben considerar las características particulares de la región, lo que sugiere la necesidad de un plan de acción que permita lograr una visión estratégica, compartida, complementaria e integrada. A partir del trabajo realizado durante el taller, será posible definir las visiones de interés común e iniciar actividades de redes de trabajo.