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Casi la mitad de las mujeres latinoamericanas mayores de 15 años no tienen ingresos propios, mientras que sólo uno de cada cinco hombres está en esa situación. Además, las mujeres jefas de hogar cuentan con menos ingresos monetarios que los hombres, tanto en los hogares pobres como en los de mayor ingreso.
Para entender el fenómeno de la pobreza y su persistencia en la región es necesario analizar sus vínculos con la equidad en el empleo, y particularmente con la autonomía económica y el empoderamiento de las mujeres.
Éste será el enfoque de la Novena Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe que tendrá lugar en Ciudad de México entre el 10 y 12 de junio de 2004. En este evento se examinará la aplicación de los compromisos internacionales adquiridos en el Programa de Acción Regional para las Mujeres de América Latina y el Caribe adoptado en 1994 por la Sexta Conferencia Regional.
El trabajo de la Conferencia tendrá como marco de referencia los compromisos internacionales relacionados con el adelanto de la mujer adoptados por las cumbres mundiales celebradas en los años 90, los Objetivos de Desarrollo del Milenio adoptados por la Asamblea General de la ONU en Nueva York en 2000 y la Plataforma de Acción adoptada por la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing, China, en 1995. En esta ocasión, se aprobarán las actividades para conmemorar el décimo aniversario de esa reunión que se cumplirá el año próximo ("Beijing+10").
Por otro lado, en las tres últimas décadas se ha verificado un incremento masivo y acelerado de la participación laboral femenina en la región, según indica el informe Panorama Social de América Latina y el Caribe 2002-2003 de la CEPAL. Sin embargo, la fuerza de trabajo sigue caracterizándose por una fuerte segmentación que coloca a las mujeres en los empleos más precarios y peor remunerados, así como en los que perpetúan los estereotipos de género, como el trabajo doméstico. En 2002, sólo el 36,7% del total de ocupados de la región correspondía a mujeres, cifra que no ha variado demasiado en comparación con el 31,5% anotado en 1990.
Asimismo, la CEPAL ha constatado que durante la última década ha continuado el crecimiento de los hogares encabezados por mujeres, tanto pobres como no pobres. En las zonas urbanas, en 2002 nueve de los 18 países analizados mostraban una mayor proporción de hogares encabezados por mujeres que se encuentran en situación de indigencia, y las mayores brechas en relación a los hogares con jefatura masculina se apreciaron en Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, República Dominicana y Venezuela.
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