Comunicado de imprensa
Panorama fiscal de América Latina y el Caribe
(05 de marzo, 2013) Durante la última década la mayoría de los países de la región experimentó un marcado crecimiento de la carga tributaria como porcentaje del PIB (especialmente a partir del año 2002), junto con profundos cambios estructurales, como la consolidación del impuesto al valor agregado (IVA), una significativa mejora de la participación de los impuestos directos y el declive de los gravámenes sobre el comercio internacional. En este aumento de la carga tributaria incidieron, aunque con diferencias de un país a otro, un mayor crecimiento de la economía mundial, un sostenido aumento de los precios de los productos básicos, un contexto macroeconómico favorable, nuevos tributos como los aplicables a transacciones financieras o impuestos mínimos, la reducción de exenciones o deducciones, avances en la administración tributaria y una reducción de la desigualdad acompañada de un aumento del consumo. Así, entre 2000 y 2011 los ingresos fiscales totales de América Latina aumentaron del 19,6% al 23,6% del PIB y del 24,5% al 28,3% en el Caribe, mientras que la carga tributaria (excluidos los aportes a la seguridad social) aumentó del 12,7% al 15,7% en América Latina y del 19,3% al 23,0% del PIB en el Caribe.
El aumento ha sido heterogéneo, ya que los mayores incrementos de la carga tributaria (en el sentido restringido, sin seguridad social) se observaron en la Argentina y el Ecuador y alcanzaron dos o más puntos porcentuales del PIB en la mayor parte de países. Sin embargo, el avance ha sido menor —con la excepción de Haití— en el grupo de países con menor carga tributaria, donde se destacan los casos de México y Venezuela (República Bolivariana de), que durante el período considerado experimentaron una reducción de su carga tributaria (en el sentido más restringido).
En aquellos países especializados en la explotación de recursos naturales no renovables aumentó la participación de los Estados en las rentas económicas —y en el aporte fiscal relativo— de los sectores exportadores de estos recursos (minerales e hidrocarburos) durante el último período de auge, entre 2003 y 2010, en contraste con el desempeño del período precedente, entre 1990 y 2003. Entre 1999-2001 y 2009-2011, como proporción del PIB, los ingresos obtenidos de la explotación de productos primarios aumentó 7,2 puntos porcentuales del PIB en el Ecuador, 7,0 en Trinidad y Tabago, 4,5 puntos porcentuales en Bolivia (Estado Plurinacional de), 3,0 puntos porcentuales en la Argentina, 2,9 puntos porcentuales en Chile, 2,2 puntos en Colombia y 1,4 puntos porcentuales en México y en el Perú. Solamente en la República Bolivariana de Venezuela se redujo 0,4 puntos porcentuales, aunque junto con los demás exportadores de hidrocarburos continuó exhibiendo una alta dependencia fiscal de los recursos naturales no renovables al representar más del 30% de ingresos fiscales totales en estos países (Bolivia (Estado Plurinacional de), Ecuador, México, Venezuela (República Bolivariana de) y Trinidad y Tabago). Otros países de la región que también se beneficiaron del aumento de los precios de las materias primas y que han exportado en mayor medida minerales, pero con un menor grado de dependencia fiscal de estos recursos (representando alrededor del 10% y el 20% del total de ingresos) incluyen a Chile, Colombia y el Perú, además de la Argentina, con ingresos fiscales obtenidos de impuestos aplicados a sus exportaciones agropecuarias.