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La Inversión Extranjera en América Latina y el Caribe 2006

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La Inversión Extranjera en América Latina y el Caribe 2006

Autor institucional: NU. CEPAL. Unidad de Inversiones y Estrategias Empresariales Descripción física: 213 páginas. Editorial: CEPAL Fecha: mayo 2007 Signatura: LC/G.2336-P ISBN: 9789213230299

Descripción

En 2006 continuó la tendencia ascendente de la inversión extranjera directa (IED) que ingresó a América Latina y el Caribe (excluidos los principales centros financieros). El volumen de dicha inversión superó los 72.000 millones de dólares, cifra que representa un incremento del 1,5% respecto de 2005. Al mismo tiempo, cabe señalar que la participación de la región en los volúmenes de IED mundiales se redujo, ya que estos registraron un aumento mayor en el resto del mundo. En 2006 la situación en cuanto a las salidas de inversión extranjera directa (IED) fue muy singular, dado que en los países de América Latina y el Caribe los volúmenes aumentaron un 115%, para acercarse a los 41.000 millones de dólares, lo que señala un incremento mayor que en el resto del mundo. La principal conclusión del informe correspondiente a este año es que para atraer inversión extranjera directa de calidad es preciso aplicar políticas activas e integradas que formen parte de las estrategias de desarrollo nacional. Estas enseñanzas se desprenden de las prácticas de política vigentes en los países europeos y asiáticos que han tenido mayor éxito y que ponen en evidencia el contraste existente con las políticas más pasivas e inconexas que se aplican en este ámbito en América Latina y el Caribe. En el informe correspondiente a 2006 también se incluyen capítulos en que se analiza la experiencia de dos países relativamente pequeños que han invertido en América Latina y el Caribe: la República de Corea y Portugal. En el primer caso, se llegó a la conclusión de que la región tiene una importancia secundaria para la inversión extranjera en el exterior de la República de Corea, en parte porque las políticas vigentes no eran las más adecuadas para atraer IED dinámica y promover su escalamiento industrial en los sectores de la electrónica, los automotores y las prendas de vestir. En el segundo caso, se observó que las políticas pasivas de Brasil bastaron para atraer una inversión significativa de Portugal en el ámbito de los servicios, pero solo por un período limitado.