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Libro sobre el pensamiento de la CEPAL en su séptimo decenio fue presentado en la principal feria del libro de habla hispana

29 de noviembre de 2018|Noticias

Hugo Beteta, Director de la Sede subregional de la Comisión en México, expuso sobre el documento en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

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Hugo Beteta, Director de la Sede subregional de la Comisión en México, presentó el libro de la CEPAL en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
Hugo Beteta, Director de la Sede subregional de la Comisión en México, presentó el libro de la CEPAL en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
Foto: CEPAL.

Los estudios y las reflexiones que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha producido en sus 70 años de existencia han ayudado a definir y conocer a la región, coincidieron el miércoles 28 de noviembre académicos e intelectuales durante la presentación del libro Desarrollo e igualdad: el pensamiento de la CEPAL en su séptimo decenio. Textos seleccionados del período 2008-2018 en la 32 Feria Internacional del Libro de Guadalajara, que se celebra entre el 24 de noviembre y el 2 de diciembre en dicha ciudad mexicana.

En la ocasión, el Director de la Sede subregional de la CEPAL en México, Hugo Beteta, hizo una exposición detallada de las aportaciones de la Comisión al estudio de América Latina y el Caribe. El libro, compilado por Ricardo Bielschowsky y Miguel Torres, recoge una muestra de las contribuciones más importantes de la CEPAL a los debates sobre los problemas contemporáneos del desarrollo en la región y sobre las políticas recomendadas para superarlos, dijo.

Beteta profundizó en las nuevas ideas planteadas por la CEPAL, que se agrupan en cuatro dimensiones: desarrollo social, macrofinanzas, desarrollo productivo y sostenibilidad medioambiental. El documento, explicó, incluye un conjunto de textos que abordan temas como la centralidad de la igualdad en el proceso de desarrollo sostenible; los pactos para la igualdad; y la economía política y la cultura del privilegio.

“La CEPAL ha acompañado a los gobiernos de la región en su búsqueda por tener sociedades más justas, más iguales y más sustentables en los últimos 70 años. Los desafíos que enfrentan los países son globales, por lo que se requiere fortalecer el multilateralismo y la cooperación internacional”, explicó Beteta.

En su última década, la CEPAL, bajo la dirección de Alicia Bárcena, ha analizado el sistema de privilegios en la región, reflexión que derivó en el libro La ineficiencia de la desigualdad, presentado este año durante el trigésimo séptimo período de sesiones del organismo en La Habana. En él se explica cómo las instituciones dificultan la implementación de políticas productivas y fiscales a favor de la igualdad en el marco de una propensión rentista alimentada por la falta de competencia y el acceso privilegiado a los recursos. La cultura del privilegio produce segregación territorial, debilidad fiscal y apropiación de rentas por parte de los grupos de poder.

Enrique Valencia, Investigador de la División de Estudios de Estado y Sociedad y del Doctorado en Ciencias Sociales de la Universidad de Guadalajara (UdeG), reconoció que la comisión de las Naciones Unidas desarrolla su ejercicio intelectual en medio de fuerzas y tensiones poderosas.

“A fin de cuentas, la CEPAL busca la autonomía intelectual en medio de restricciones políticas reales, con un método histórico-estructural propio”, consideró Valencia.

Al hablar de México, el académico consideró que la desigualdad no ha estado ni en el centro del debate público ni en el corazón de las estrategias económicas. La resistencia a la redistribución ha campeado a la hora de las decisiones de política y de las presiones empresariales, dijo.

“Me atrevo a decir que la corrupción en México es una muestra excepcional de la cultura del privilegio, del patrimonialismo político que expropia bienes públicos; y la violencia misma (cambio tectónico de los últimos años en México) es expresión de la desigualdad”, señaló.

Martín Romero, Jefe del Departamento de Economía de la UdeG e investigador del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), dijo que la CEPAL ha sido formadora de cuadros y principal fuente de conocimientos sobre América Latina.

“La CEPAL no solo ha estado siempre a la altura de los tiempos, también ha estado a la vanguardia; ha hecho muchas y muy novedosas contribuciones y ha generado nuevos cánones y nuevos paradigmas. Si los sumáramos y los dimensionáramos nos daríamos cuenta de que en cada momento histórico, la CEPAL ha hecho una contribución oportuna, adecuada, fundamentada, razonada y de avanzada”, indicó Romero.

Por su parte, Adrián de León, también de CUCEA, dijo que el libro permite retomar la Historia del Pensamiento Económico y repensar el próximo decenio.

El documento reseña cómo la CEPAL se ha adaptado a las realidades de la región y ha producido conceptos y mensajes clave para explicarla. El período estructuralista, que va de 1950 a 1980, se inició con el estudio de la industrialización, siguió con las reformas estructurales para el desarrollo regional de la década de 1960 y con los estilos de desarrollo en los años 70, para terminar con la “década perdida” de los años 80, provocada por la crisis de la deuda. El período neoestructuralista, de 1990 a la fecha, comienza con los mensajes de transformación productiva con equidad. La década de 2000 se caracteriza por la globalización y sus impactos asimétricos, e incorpora el reconocimiento del valor de la ciudadanía. En la década de 2010 se instala el concepto de igualdad, que abarca aspectos como la autonomía, el reconocimiento y la dignidad. La Comisión plantea que todos los individuos deben ser reconocidos como iguales en derechos y en dignidad, yendo más allá de la redistribución del ingreso. Se incorpora también la perspectiva de sostenibilidad ambiental y la revolución tecnológica.