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Los impactos del cambio climático requieren acciones no solo a nivel nacional sino también a nivel regional y global, recalca CEPAL

24 de septiembre de 2021|Noticias

En evento paralelo al Diálogo de Alto Nivel de la ONU sobre Energía, la Secretaria Ejecutiva del organismo, Alicia Bárcena, destacó los sectores transformadores que ayudan a la remoción de dióxido de carbono.

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Diálogo de Alto Nivel sobre Energía
Diálogo de Alto Nivel sobre Energía, en el cual participaron las Secretarias Ejecutivas de las cinco Comisiones Regionales de la ONU.

“Los impactos del cambio climático requieren acciones no solo a nivel nacional, sino también a nivel regional y global. Tenemos opciones, pero debemos entender cuáles son nacionales, regionales o globales”, recalcó hoy Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), durante un evento paralelo al Diálogo de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre Energía que se realiza este viernes 24 de septiembre en el marco de la 76⁰ Asamblea General del organismo mundial.

El encuentro, titulado Challenges and Opportunities for Harnessing Climate & SDG Synergies: the role of carbon dioxide removal fue organizado por la Carnegie Climate Governance Initiative (C2G) y consistió en un diálogo entre las Secretarias Ejecutivas de las cinco Comisiones Regionales de las Naciones Unidas: Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL; Olga Algayerova, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para Europa (CEPE); Armida Salsiah Alisjahbana, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico (CESPAP); Rola Dashti, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica y Social para Asia Occidental (CESPAO); y Vera Songwe, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para África (CEPA). La discusión fue moderada por el Director Ejecutivo de C2G, Janos Pasztor.

En la reunión, las altas funcionarias de las Naciones Unidas discutieron sobre los distintos enfoques para la remoción de dióxido de carbono (CDR, por sus siglas en inglés) con el fin de enfrentar el cambio climático, reduciendo las emisiones de gases que afectan al planeta, así como las políticas e inversiones necesarias a nivel nacional y regional para alcanzar las metas climáticas y energéticas acordadas internacionalmente, en el contexto de la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 y el Acuerdo de París.

En su intervención, Alicia Bárcena señaló que hoy nos enfrentamos a un mundo muy fragmentado. “Identificamos grandes asimetrías en el acceso a las vacunas, los impactos del cambio climático y en el financiamiento para el desarrollo”, dijo.

Agregó que los países desarrollados -en especial Estados Unidos, Europa y China- están invirtiendo recursos elevados en la transformación de sus economías, destinando inversiones sobre todo a la infraestructura y la energía. “En nuestra región (América Latina y el Caribe) ese no es el caso. Muchos países enfrentan restricciones fiscales debido a la crisis. Por eso nosotros proponemos áreas transformadoras muy concretas que pueden ayudar a la remoción de dióxido de carbono y permitir una transición hacia economías más inclusivas y sostenibles”, señaló.

Estas áreas son: la transformación energética, para mover la matriz hacia las energías renovables; la electromovilidad; bioeconomía y soluciones basadas en la naturaleza; la economía circular y el turismo sostenible.

“Hemos calculado el costo y el beneficio en algunos sectores. Por ejemplo, la conversión de la matriz energética hacia energías renovables costaría 1,3% del PIB anual de la región, crearía siete millones de empleos y reduciría en 30% las emisiones hasta 2032”, puntualizó.

“En materia de las acciones que estamos sugiriendo para combatir el cambio climático y reducir las emisiones de carbono, es importante recalcar que no podemos trabajar solamente con los sectores medioambientales. También debemos considerar al sector económico y articular las inversiones públicas y privadas hacia estos sectores ambientalmente sostenibles, de manera de contribuir también a los ODS. Pero deben hacerlo de manera simultánea, es decir, contribuir al crecimiento al mismo tiempo que crean empleos y reducen las emisiones”, explicó Bárcena.

Con respecto a la remoción de dióxido de carbono (CDR), la Secretaria Ejecutiva enumeró siete acciones necesarias en este ámbito: forestación y restauración del ecosistema forestal; bioenergía con captura y almacenamiento de carbono (Bioenergy with Carbon Capture and Storage -BECCS); restauración de la tierra y secuestro de carbono en el suelo mediante el uso de biochar (carbón vegetal); aumento de la meteorización natural de las rocas que absorben carbono en la tierra; incremento de la alcalinidad del océano para aumentar la absorción de carbono; captura directa de dióxido de carbono desde el aire y su almacenamiento (Direct Air Carbon Dioxide Capture and Storage  -DACCS); y la fertilización de los océanos para acelerar el crecimiento de fitoplancton.

Por otro lado, Alicia Bárcena advirtió que el financiamiento global se está destinando a la mitigación del cambio climático, pero en América Latina y el Caribe, además de la mitigación, necesitamos recursos para la adaptación. “Por eso, no estamos avanzando lo suficiente”, indicó.

“La tasa de inversión en nuestra región es del 17,6% del PIB, mientras que el promedio mundial es 26,3% y en economías en desarrollo y mercados emergentes alcanza 32,9 %. El compromiso político es clave para avanzar en la transición energética y en sectores como la electromovilidad y la economía circular”, agregó.

Finalmente, Bárcena resaltó el rol que pueden cumplir las comisiones regionales de las Naciones Unidas para generar una discusión en cada región con diferentes actores, más allá del sector medioambiental. “Necesitamos convocar a los ministros de energía, medio ambiente y finanzas y a la sociedad civil, ya que mucha gente aún no comprende que el cambio climático es un problema global, no solo local. Debemos conectar a las personas y comunidades para encontrar soluciones a estos problemas. También incluir a actores globales -como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional- y al sector privado” y “tener espacios en América Latina y el Caribe para discutir las implicaciones regionales de la acción global para la remoción de dióxido de carbono”, remarcó.