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Las potencialidades de los censos de población para la desagregación de las estimaciones de mortalidad en la niñez. Una aplicación a estimaciones para la población afrodescendiente y no-afrodescendiente en los censos de Brasil.

7 de diciembre de 2017|Nota informativa

Los censos de población de Brasil tradicionalmente indagan sobre el color de la piel de las personas, lo que permite una aproximación a la identificación de personas afrodescendientes (aquellas que declaran ser “pretas” o “pardas” ), que conjuntamente con las preguntas sobre hijos nacidos vivos e hijos sobrevivientes y la disponibilidad de las bases de datos en Redatam, permiten estimar la mortalidad en la niñez para las personas afrodescendientes y no- afrodescendientes para los censos desde el de 1980.

Los censos de población de Brasil tradicionalmente indagan sobre el color de la piel de las personas, lo que permite una aproximación a la identificación de personas afrodescendientes (aquellas que declaran ser “pretas” o “pardas”[1]), que conjuntamente con las preguntas sobre hijos nacidos vivos e hijos sobrevivientes y la disponibilidad de las bases de datos en Redatam, permiten estimar la mortalidad en la niñez para las personas afrodescendientes y no- afrodescendientes para los censos desde el de 1980.

La disponibilidad de las bases de datos en Redatam permite, además de la desagregación de personas afrodescendientes y no afrodescendientes, desagregaciones por áreas geográficas, área de residencia (urbano y rural), educación de la madre, entre otras. También cabe mencionar que la aplicación EIM[2] desarrollada para Redatam permite efectuar estimaciones de mortalidad en la niñez por el método indirecto de Brass (Naciones Unidas 1986) para todas y cada una de las desagregaciones que se quiera, pero no hay que perder de vista los supuestos del método y tener presente sus limitaciones a medida que se amplían las desagregaciones.

El método indirecto para estimar la mortalidad en los primeros años de vida desarrollado por Brass permite obtener estimaciones de la probabilidad de muerte desde el nacimiento hasta edades específicas y para momentos en el tiempo anteriores a la fecha censal y, mediante el uso de tablas modelo de mortalidad, transformarla en probabilidad de muerte en cualquier intervalo de edad. Lo que se hace normalmente es transformar las probabilidades de muerte obtenidas por el método en probabilidad de muerte en el primer año de vida (tasa de mortalidad infantil) o en los primeros cinco años de vida (mortalidad en la niñez). Para el análisis acá presentado se optó por estimar la probabilidad de muerte que va desde el nacimiento hasta antes de cumplir los 5 años de edad (q(5)).

El gráfico 1 ilustra la tendencia de la q(5) para personas afrodescendientes y no afrodescendientes (afros y no-afros) como promedio nacional. Se observa una mortalidad en la niñez de la población afrodescendientes superior a la de la no afrodescendiente en todo el período, con brechas muy marcadas en el pasado y una reducción importante de estas en las estimaciones más recientes.

Para una mayor facilidad de comparación se utilizarán las estimaciones provenientes de las mujeres de 20 a 24 años y de las de 25 a 29 años como un promedio simple, las cuales determinarán la estimación de q(5) en un momento anterior a la fecha censal (entre dos y tres años antes aproximadamente dependiendo del censo).

Ya se identificó que hubo brechas importantes en q(5) de afrodescendientes y no-afrodescendientes. Los censos de población brindan además información sobre características de estos dos grupos de personas que podrían explicar las diferencias observadas en la q(5). El cuadro 1 resume el porcentaje de mujeres de 20 a 29 años que declararon ser “pretas” o “pardas” (afros) en los censos, su nivel educativo y el porcentaje de ellas que habitan en viviendas con al menos alguna deficiencia en el acceso al agua potable o a alcantarillado (con NBI). Tanto en el nivel educativo como en NBI las mujeres afrodescendientes están en desventaja en comparación con las demás. Estos indicadores son utilizados como una aproximación de las condiciones de vida de las madres afrodescendientes y aquellas no pertenecientes a este grupo. Se podría investigar con la información censal las condiciones de las mujeres que son madres, pero acá sólo se trata de ilustrar el potencial de los censos de población y no de describir con mayor precisión los factores que podrían estar determinando mayores o menores niveles de mortalidad en la niñez.

 

Gráfico 1 Brasil: Estimación de la probabilidad de morir antes de cumplir 5 años (q(5)) de la población afrodescendiente y no-afrodescendiente a partir de los censos de población. Censos de 1980, 1991, 2000 y 2010

Fuente: Elaboración propia a partir de las bases de datos censales en Redatam, disponibles en el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE) – División de Población de la CEPAL.

 

Con la finalidad de identificar diferencias y su evolución en el tiempo a nivel más desagregado se procedió a hacer las estimaciones de q(5) desagregando la población femenina (de 20 a 29 años) según área de residencia además de la pertenencia étnica (Cuadro 2). En 1978 (estimación proveniente del censo de 1980) no se observan brechas importantes entre las q(5) estimadas a partir de información de mujeres que residen en áreas urbanas y rurales pero si hay brechas entre aquellas afrodescendientes y aquellas no-afrodescendientes. En 1988 se observa un aumento importante en las brechas según condición étnica, quedando rezagadas la población afrodescendiente y las que residen en área rurales. Para los años posteriores las brechas van disminuyendo, aunque en 2007 se estima que la probabilidad de muerte las niñas y los niños afrodescendientes antes de los cinco años de vida (q(5)) era alrededor de 20% superior a la de los demás tanto en áreas urbanas como áreas rurales.

 

Cuadro 1

Brasil: Porcentaje de población femenina afrodescendiente de 20 a 29 años, promedio de años de estudio, porcentaje de población afrodescendiente y no-afrodescendiente con menos 8 años de estudio y con NBI según censos.

 

1980

1991

2000

2010

% Afrodescendiente

41,4

45,5

44,6

51,8

Promedio años de estudio Afrodescendiente

3,1

4,6

6,1

 

Promedio años de estudio no-Afrodescendiente

5,3

6,8

8,0

 

% Afrodescenciente con menos de 8 años de estudio

82,4

67,3

55,1

38,7

% no-Afrodescendiente con menos de 8 años de estudio

63,4

48,0

36,2

24,9

% Afrodescendiente con NBI

72,0

76,4

41,4

34,3

% no-Afrodescendiente con NBI

46,1

57,2

27,9

25,4

Fuente: Elaboración propia a partir de las bases de datos censales en Redatam, disponibles en el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE) – División de Población de la CEPAL.

 

 

Cuadro 2

Brasil: q(5), estimadas a partir de la información de las mujeres de 20-29 años, por año de estimación, según grupo étnico y área de residencia y respectivas brechas.

Año de estimación

Grupo étnico/ brecha

Total

Área de residencia/ brecha

Urbana

Rural

Rural/Urbana

1978

Afrodescendiente

139,1

138,9

139,4

1,00

No-afrodescendiente

94,8

93,2

99,2

1,07

Afrodescendiente/no-afrodescendiente

1,47

1,49

1,41

 

1988

Afrodescendiente

79,5

73,0

93,2

1,28

No afrodescendiente

45,5

40,9

61,1

1,49

Afrodescendiente/no-afrodescendiente

1,75

1,78

1,53

 

1997

Afrodescendiente

43,6

40,6

53,3

1,31

No- Afrodescendiente

29,3

27,2

38,6

1,42

Afrodescendiente/no-afrodescendiente

1,49

1,49

1,38

 

2007

Afrodescendiente

19,2

17,9

24,0

1,34

No-afrodescendiente

15,8

15,0

20,0

1,33

Afrodescendiente/no-afrodescendiente

1,22

1,19

1,20

 

Fuente: Elaboración propia a partir de las bases de datos censales en Redatam, disponibles en el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE) – División de Población de la CEPAL.

Siguiendo la misma línea de análisis, se procedió a obtener las estimaciones de q(5) provenientes de mujeres de 20 a 29 años según grupo étnico y estados (segunda división político administrativa). Los resultados encontrados se ilustran en el gráfico 2. Llama la atención las brechas estimadas en algunos estados, como Amapá y Santa Catarina, no en tanto esta información hay que tomarla con cautela, por un lado el porcentaje de afrodescendientes en el caso de Amapá, puede estar incluyendo indígenas que se declararan “pardos” (66% pardos y 8,4% de pretos), y por otro lado Santa Catarina es el estado con el menor porcentaje de población afrodescendiente en el censo del 2010 (menos de 15%). Los estados de Bahía, Espirito Santo, Río de Janeiro y Minas Gerais, con importante porcentaje de población afrodescendiente, y una menor cantidad de indígenas, ilustran de mejor manera la reducción de brechas entre los grupos analizados.

Gráfico 2

Brasil: Relación entre la q(5) estimada con base en información de mujeres afrodescendientes y no-afrodescendientes de 20 a 29 años por estado según censos.

Censos de 1980, 1991, 2000 y 2010

 

Fuente: Elaboración propia a partir de las bases de datos censales en Redatam, disponibles en el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE) – División de Población de la CEPAL.

 

 

 

 

Los gráficos 3.a, 3.b, 3.c y 3.d ilustran la trayectoria de la q(5) de afrodescendientes y no afrodescendientes en los estados de Brasil a través de los censos de población y condición étnica. La línea diagonal del gráfico representa igualdad de q(5), o sea, que no hay brechas; los valores por arriba de la línea indican brechas en el sentido de que la q(5) de afrodescendientes es superior a la de los no-afrodescendientes, y consecuentemente las cifras por debajo de la diagonal indican lo contrario. Las escalas de los gráficos no son las mismas, debido a la variación de las cifras, pero se observa claramente una transición de valores muy dispersos en las estimaciones provenientes del censo de 1980 a estimaciones de los censos subsiguientes que se van acercando.

 

Gráfico 3

Brasil: Relación entre la q(5) estimada con base en información de mujeres de 20 a 29 años afrodescendientes y no-afrodescendientes por estado según censos.

Censos de 1980, 1991, 2000 y 2010

Fuente: Elaboración propia a partir de las bases de datos censales en Redatam, disponibles en el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE) – División de Población de la CEPAL.

Llama la atención el alto porcentaje de población afrodescendiente en estados como el Amazonas y, excluyendo el Mato Grosso do Sul, São Paulo y los estados de la región sur de Brasil, donde más de 50% de la población se declaró “preta” o “parda” en el censo del 2010.

En efecto, en el Panorama Social de América Latina (CEPAL, 2017) se destaca la distribución territorial de la población afrodescendiente como “las huellas de la esclavitud” y se señala que: “La economía brasileña se desarrolló y se sostuvo con la fuerza de trabajo de los esclavos durante todo el período colonial y del imperio, en una diversidad de actividades económicas —principalmente en plantaciones de azúcar y café y minas de oro—, incluidas también tareas tendientes a cubrir las necesidades domésticas. El centro principal desde donde los portugueses distribuían a las personas esclavizadas hacia el interior del Brasil fue Salvador, la capital del estado de Bahía, donde el 76,5% de la población se declaró afrodescendiente en el censo de 2010; otro de los principales puertos de desembarque de esclavos era Río de Janeiro. Asimismo, cuantiosos contingentes de africanos esclavizados fueron llevados a Minas Gerais durante el siglo XVIII para la extracción de oro y piedras preciosas. Si bien el traslado de esclavos africanos a la Amazonia fue de menor escala, las primeras personas esclavizadas llegaron al estado de Pará con los ingleses en el siglo XVII, en un proceso que se intensificó con los portugueses en la segunda mitad del siglo XVIII, entre otras razones porque la Iglesia católica se oponía a la esclavización de indígenas. En este estado, según el censo de 2010, el 77% de la población se declaró afrodescendientes.”

De lo anterior, y con base en la información de la población censada en 2010, en Brasil que se declaró “preta” o “parda”, podemos destacar al menos 4 estados del país donde la población afrodescendiente es importante desde el tiempo de la colonia: Bahía, Rio de Janeiro y Minas Gerais, y también hemos considerado al estado de Espirito Santo, por ser colindante con los tres estados mencionados.

Una vez que identificamos, a grosso modo, los estados brasileños donde históricamente se ha tenido una población afrodescendiente importante, y mayormente descendiente de aquellas personas que llegaron a Brasil en condición de esclavitud, restringimos el análisis a los 4 estados mencionados anteriormente. La condición de afrodescendiente podría generar desventajas en el acceso a educación, salud, servicios básicos, entre otros, y en consecuencia esta población tendría mayores niveles de mortalidad en la niñez, como se observó a nivel nacional para las personas afrodescendientes.

Para corroborar esta premisa, se presentan los gráficos 4a, 4b, 4c y 4d, que muestran la evolución de la mortalidad en la niñez para estos 4 estados, según las estimaciones de los cuatro censos considerados.

 

Gráfico 4

Bahía, Minas Gerais, Espirito Santo y Río de Janeiro: Estimación de la probabilidad de morir antes de cumplir 5 años (q(5)) de la población afrodescendiente y no-afrodescendiente a partir de los censos de población.

 

Fuente: Elaboración propia a partir de las bases de datos censales en Redatam, disponibles en el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE) – División de Población de la CEPAL.

Como se observa en los gráficos anteriores, en los cuatro estados brasileños se aprecia una reducción de la mortalidad en la niñez en ambos grupos poblacionales. Además, se observa una reducción en las brechas a lo largo del tiempo, comportamiento similar al promedio nacional (Gráfico 1).

 

Para seguir un análisis similar al realizado en apartados anteriores a nivel nacional, se han considerado las estimaciones de mortalidad en la niñez provenientes de la población femenina de 20 a 29 años de cada censo y teniendo como resumen 4 estimaciones a lo largo del período analizado. La mayor reducción de la brecha se registra en Espirito Santo, estado en el cual pasa de 1,62 a 0,95 según estimaciones provenientes del censo de 1980 y el del de 2010, respectivamente. Las reducciones intermedias de la brecha se dan en Minas Gerais y Bahía, pasando de 1,33 a 1,12 y de 1,25 a 1,15, respectivamente. Río de Janeiro es el estado con la menor disminución o bien ha mantenido la brecha, pasando de 1,24 a 1,23 entre el primer y el último censo en estudio, respectivamente.

 

El gráfico 5 ilustra la evolución de estas brechas, con una línea horizontal en morado que representa la inexistencia de brecha, y donde se observa un aumento y posterior reducción de estas.

 

Gráfico 5

Brasil, Bahía, Minas Gerais, Espirito Santo y Río de Janeiro: Brecha de la q(5) estimada a partir de la información de mujeres afrodescendientes y no-afrodescendientes de 20 a 29 años, nacional y por estado, según censos.

Censos de 1980, 1991, 2000 y 2010


Fuente: Elaboración propia a partir de las bases de datos censales en Redatam, disponibles en el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE) – División de Población de la CEPAL.

 

Los cuadros que se presentan a continuación muestran los porcentajes de población femenina afrodescendiente de 20 a 29 años en cada censo, así como los porcentajes de población femenina  de 20 a 20 años con menos 8 años de estudio y con NBI según censos y grupo étnico.

 

Cuadro 3

Bahía: Porcentaje de población femenina de 20 a 29 años afrodescendiente, porcentaje de población afrodescendiente y no-afrodescendiente con menos 8 años de estudio y con NBI según censos.

 

1980

1991

2000

2010

% Afrodescendiente

75,8

77,9

73,6

77,4

% Afrodescendiente con menos de 8 años de estudio

82,7

70,7

57,7

38,2

% no-Afrodescendiente con menos de 8 años de estudio

68,4

57,6

47,4

31,4

% Afrodescendiente con NBI

79,4

92,5

44,0

46,0

% no-Afrodescendiente con NBI

68,7

87,5

42,6

43,5

Fuente: Elaboración propia a partir de las bases de datos censales en Redatam, disponibles en el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE) – División de Población de la CEPAL.

 

Cuadro 4

Minas Gerais: Porcentaje de población femenina de 20 a 29 años afrodescendiente, porcentaje de población afrodescendiente y no-afrodescendiente con menos 8 años de estudio y con NBI según censos.

 

1980

1991

2000

2010

% Afrodescendiente

40,1

46,4

45,3

54,5

% Afrodescendiente con menos de 8 años de estudio

85,2

69,8

54,1

36,9

% no-Afrodescendiente con menos de 8 años de estudio

65,4

51,8

38,1

24,0

% Afrodescendiente con NBI

68,9

51,4

29,1

24,0

% no-Afrodescendiente con NBI

48,5

36,2

21,5

15,5

Fuente: Elaboración propia a partir de las bases de datos censales en Redatam, disponibles en el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE) – División de Población de la CEPAL.

 

 

Cuadro 5

Espirito Santo: Porcentaje de población femenina de 20 a 29 años afrodescendiente, porcentaje de población afrodescendiente y no-afrodescendiente con menos 8 años de estudio y con NBI según censos.

 

1980

1991

2000

2010

% Afrodescendiente

43,6

50,4

51,2

58,1

% Afrodescendiente con menos de 8 años de estudio

77,9

64,0

50,8

35,5

% no-Afrodescendiente con menos de 8 años de estudio

62,1

49,6

35,2

22,9

% Afrodescendiente con NBI

64,6

61,2

33,0

26,3

% no-Afrodescendiente con NBI

49,4

54,6

30,0

23,3

Fuente: Elaboración propia a partir de las bases de datos censales en Redatam, disponibles en el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE) – División de Población de la CEPAL.

 

Cuadro 6

Río de Janeiro: Porcentaje de población femenina de 20 a 29 años afrodescendiente, porcentaje de población afrodescendiente y no-afrodescendiente con menos 8 años de estudio y con NBI según censos.

 

1980

1991

2000

2010

% Afrodescendiente

39,1

45,0

44,9

52,1

% Afrodescendiente con menos de 8 años de estudio

71,6

52,2

45,6

32,5

% no-Afrodescendiente con menos de 8 años de estudio

47,9

32,8

27,9

19,7

% Afrodescendiente con NBI

43,1

65,6

21,2

19,3

% no-Afrodescendiente con NBI

26,6

52,3

14,9

13,6

Fuente: Elaboración propia a partir de las bases de datos censales en Redatam, disponibles en el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE) – División de Población de la CEPAL.

Como puede advertirse en el cuadro 3, Bahía es un estado con gran presencia de población afrodescendiente, pues registra porcentajes de población femenina afrodescendiente entre 20 y 29 años mayores a 70% en los cuatro censos estudiados: 75,8% en el censo de 1980; 77,9% en el de 1991; 73,6% en el de 2000 y 77,4% en el de 2010. En el caso de Minas Gerais, Espirito Santo y Río de Janeiro se observa una clara tendencia ascendente del mencionado porcentaje, con incrementos de 14,5; 14,5 y 12,9 puntos porcentuales entre el primer y el último censo en estudio, respectivamente (véanse cuadros 4 al 6).

 

En los cuatro estados se puede apreciar una reducción del porcentaje de mujeres afrodescendientes entre 20 y 29 años con menos de 8 años de estudio mayor a 35 puntos porcentuales, siendo Minas Gerais el estado que registra la mayor disminución entre en censo de 1980 y el de 2010, con 48,4 puntos porcentuales. Le siguen Bahía y Espirito Santo, con 44,5 y 42,4, respectivamente, y el estado con la menor reducción es Río de Janeiro, con 39,1 puntos porcentuales (véanse cuadros 3 al 6).

 

Lo propio ocurre si se efectúa el análisis desde la perspectiva de las NBI, pues los cuatros estados registran reducciones de más de 20 puntos porcentuales en el porcentaje población femenina afrodescendiente entre 20 y 29 años con NBI. Minas Gerais registra la mayor reducción entre el primer y el último censo en estudio, con 44,9 puntos porcentuales, y le siguen Espirito Santo y Bahía, con 38,3 y 33,4, respectivamente. El estado con la menor disminución del citado porcentaje es Río de Janeiro, con 23,8 puntos porcentuales (véanse cuadros 3 al 6). Cabe resaltar que Río de Janeiro tenía los porcentajes más bajos de mujeres afrodescendientes con menos de 8 años de estudio y con NBI en 1980, lo que explica la menor disminución de dichos porcentajes.

 

De lo anterior se puede concluir que las condiciones socioeconómicas de la población afrodescendiente femenina han registrado mejoras, si se considera los años de estudio y las NBIs, aunque no homogéneas, y que tendrían un impacto positivo en la reducción de la mortalidad de sus hijos, tal como permite inferir el análisis de los indicadores presentados. Otro aspecto importante, que no se ha considerado en esta oportunidad, es el diferencial en la fecundidad de las mujeres afrodescendientes y aquellas que se declararon no-afrodescendientes pues también tienen un impacto en los niveles de mortalidad en la niñez, sobretodo en la mortalidad infantil. (Naciones Unidas, 1978).

 

En consecuencia, se debe continuar trabajando con miras a equiparar la calidad de vida de la población afrodescendiente pero con una mirada subnacional, y los censos son sin duda la fuente idónea para la realización del seguimiento tanto de los logros como de los desafíos existentes, pues permiten una mayor desagregación que otras fuentes de información sociodemográfica.

 

Por último cabe destacar la importancia de Redatam para explorar la información censal, sobre todo a nivel más desagregado. Obtener estimaciones desagregadas de indicadores como la mortalidad en la niñez puede ser un trabajo arduo pero, este se ve facilitado con el uso de la aplicación EIM desarrollada para Redatam.

 

Bibliografía

Bay, Guiomay; Del Popolo, Fabiana; Jaspesrs-Faijer, Dirk y Jiménez, Maren (2007), “La reducción de la mortalidad Infantil en América Latina y el Caribe: avance dispar que requiere respuestas variadas”. Desafíos Número 6, Boletín de la infancia y adolescencia sobre el avance de los objetivos del desarrollo del Milenio. UNICEF/CEPAL. ISSN 1819-7527, Santiago de Chile.

CEPAL (2017), “Capítulo V. Poblaciones afrodescendientes: ampliar la mirada de la desigualdad para avanzar en la garantía de sus derechos”. Panorama Social 2016. LC/PUB.2017/12-P, Santiago de Chile.

_____ (2010), “Capítulo III. La evolución de la mortalidad en América Latina y el Caribe desde 1950 hasta 2010”. Población y salud en América Latina y el Caribe: retos pendientes y nuevos desafíos. LC/L.3216 (CEP.2010/3), Santiago de Chile.

CEPAL/UNICEF (2011). “Capítulo I. América Latina: Estudio comparativo”. Mortalidad en la niñez. Una base de datos de América Latina desde 1960. LC/R.2169. Mayo 2011.2011-85

Naciones Unidas (1986).”Capítulo III. Estimación de la mortalidad en la niñez a partir de información de hijos nacidos vivos e hijos sobrevivientes”. Manual X, Técnicas indirectas de estimación demográfia.ST/ESA/SER.A/81. Nueva York.

_____ (1978). “Capítulo V. Mortalidad”. Factores determinantes y consecuencias de las tendencias demográficas. Volumen I. ST/SOA/SER.A/50. Nueva york.

 

[1] El color “pardo” debe ser considerado con cierta cautela pues puede considerar tanto personas afro-descendientes como indígenas.

[2] Estimación indirecta de la mortalidad en la niñez