La mesa redonda contó con la participación de representantes de gobierno y de destacadas organizaciones de la economía social y solidaria en Chile, como la Asociación Nacional de Cooperativas, la Comunidad de Organizaciones Solidarias y Sistema B Chile.
Cristóbal Navarro, jefe de la División de Asociatividad y Cooperativas (DAES) del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo de Chile, y Felipe Correa, investigador de la División de Desarrollo Productivo y Empresarial de la CEPAL, moderaron la sesión que reunió a expertos para debatir sobre el papel crucial de la economía social y solidaria en Chile y cómo estas organizaciones pueden ayudar a promoverla.
El diálogo tuvo lugar en el marco de una capacitación a gobiernos locales y regionales para el diseño y gestión de políticas de desarrollo productivo.
El curso fue desarrollado por el Instituto Latinoamericano y del Caribe de Planificación Económica y Social (ILPES) de la CEPAL, la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo de Chile (SUBDERE) y la Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AGCID), bajo el proyecto conjunto "Apoyo a la recuperación de sectores productivos priorizados de la macro región centro-sur del país, en el marco del COVID-19", financiado por el Fondo Bilateral para el Desarrollo en Transición Chile-Unión Europea.
Juan José Montes, coordinador del Área de Promoción y Fomento Sectorial de la DAES, inauguró la mesa con una reflexión sobre los desafíos de la economía social. "Tenemos que autodefinirnos dentro de esta amalgama de temas que puede abarcar la economía social, y también cómo podemos crear un marco legal único que potencie estas expresiones económicas", señaló Montes.
Además, el coordinador comentó el deseo de la DAES de impulsar un Consejo Consultivo Público-Privado de Desarrollo Cooperativo y Economía Social, en el cual uno de los objetivos de este espacio sea definir y plasmar la realidad de la sociedad chilena frente a la economía social.
Josefa Monge, presidenta ejecutiva de Sistema B Chile, destacó la importancia de las empresas B en el contexto actual de transformación. "Estamos en un tiempo de cambio, donde el rol social y medioambiental de las empresas no solo es ineludible, sino que también es compatible con los resultados económicos ", afirmó Monge. Según expuso Monge, el Movimiento Global de Empresas B fue creado en Estados Unidos en el año 2006 con el objetivo de redefinir el éxito en la economía considerando no solamente el éxito financiero, sino que también el bienestar de la sociedad y del planeta, creando estándares, políticas y herramientas para los negocios, además de certificar a las empresas conocidas como Empresas B motivadas con el propósito del triple impacto.
En el intercambio de preguntas, la presidenta ejecutiva de Sistema B Chile destacó cómo el modelo de economía social se está implementando en Chile, además de la posibilidad que se da en esta instancia. “Acá hay una oportunidad tremenda para hacer cosas junto a estas organizaciones, creemos que tenemos que hacer una fuerza común para transformar lo que se llama la economía tradicional, nosotros podemos transformarla y para eso es fundamental que trabajemos la economía social todo juntos”, dijo.
A su vez, Hans Rosenkranz, director ejecutivo de la Comunidad de Organizaciones Solidarias, explicó el trabajo de su organización y la importancia de promover el sector de la economía social. "Nuestro propósito es construir una comunidad de organizaciones de la sociedad civil fortalecida y articulada, que incida en la transformación hacia una sociedad justa y sostenible".
Respecto a si las organizaciones de la sociedad civil, cuando se encuentran consolidadas, fortalecen el desarrollo productivo de los países y la economía, explicó que “esto tiene dos sustentos, el primero es la inclusión de grupos especialmente históricamente excluidos de la economía para que logren salir adelante y habilitar a nuevas personas de la población, aumentando la productividad del país. Hoy en día hay muchos programas que buscan la inclusión de grupos que debido a sus condiciones de base no aportan en la economía”, sostuvo Rosenkranz.
Por su parte, Jimena Muñoz, directora ejecutiva del Foro Empresarial Cooperativo y de la Asociación Nacional de Cooperativas de Chile, cerró las presentaciones destacando los beneficios y la importancia de las cooperativas. “Las cooperativas desarrollan actividades económicas que generan desarrollo, empleo y distribución del ingreso al tener un carácter multisectorial”, aseveró. Además, resaltó el compromiso de la Asociación con la educación cooperativa, la cooperación intercooperativa y la responsabilidad social, promoviendo una fuerte integración y un impacto positivo en la comunidad. “El hecho de que las cooperativas sean territoriales genera una asociatividad que permite economías de escala”, sostuvo Muñoz.
La directora de Cooperativas de Chile cerró su intervención con un diagnóstico de la situación actual respecto al panorama de la economía social y solidaria en Chile. “Hoy día las organizaciones que buscamos otros propósitos estamos probablemente en un escenario que no habíamos vivido”, lo que para la expositora supone “un desafío pero también una responsabilidad” del mismo sector de economía social y solidaria, en el sentido de que debe asegurarse que estas organizaciones sean sostenibles en el tiempo.
La instancia finalizó con una sesión de preguntas y respuestas moderada por Cristóbal Navarro, donde se discutieron las perspectivas y estrategias para impulsar la economía social y solidaria en Chile. Esta mesa redonda subrayó la importancia de la colaboración entre diversas organizaciones para promover la economía social y solidaria en Chile, estableciendo un precedente significativo para futuras iniciativas en este ámbito.
