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Una recuperación con igualdad de género requiere financiar las políticas de cuidados, dicen especialistas

1 de junio de 2022|Nota informativa

Se realizó en junio la Cuarta Reunión de Espcialistas sobre “El financiamiento de las políticas de cuidados: un círculo virtuoso para la recuperación sostenible y la autonomía económica de las mujeres”. Fue organizada por la División de Asuntos de Género de la CEPAL y ONU Mujeres.

Con la participación de especialistas de toda la región, se realizó la Cuarta Reunión de Especialistas sobre “El financiamiento de las políticas de cuidados: un círculo virtuoso para la recuperación sostenible y la autonomía económica de las mujeres”. El encuentro –organizado por la CEPAL y ONU Mujeres– se enmarca en una serie de actividades de cara a la XV Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, que tendrá lugar del 7 al 11 de noviembre en Argentina. La reunión tuvo por objetivo intercambiar sobre las posibilidades y restricciones del financiamiento de las políticas de cuidados en el marco de la recuperación económica en los países de América Latina y el Caribe.

 

La apertura de la conversación estuvo a cargo de Ana Güezmes, Directora División de Asuntos de Género de la CEPAL, quien hizo hincapié en que ya antes de la pandemia había en la región una profunda desigualdad en la organización social de los cuidados: las mujeres dedicaban, en promedio, el triple de tiempo que los hombres a trabajo doméstico y de cuidados no remunerado. “Esta es una dimensión profundamente estructural que hace urgente avanzar a un sistema de desarrollo diferente, poniendo en el centro la sostenibilidad de la vida y los cuidados no sólo como un paradigma de reflexión, sino también de acción política”.

 

Para ello, expresó Ana Güezmes,  se hace “urgente transitar hacia un estilo de desarrollo diferente, poniendo en el centro la sostenibilidad de la vida, y los cuidados no solo como un paradigma de reflexión sino también de acción política y profundamente civilizatorio”. En ese sentido, agregó, se hace necesario un cambio estructural y una recuperación transformadora, “articulando el eje de igualdad con el de sostenibilidad, la construcción de un contrato social renovado sustentado en política de inclusión y protección social, en procesos participativos, que es una preocupación compartida en la agenda 2030 y en la Agenda Regional de Género”.

 

En esa misma línea, añadió Ana Güezmes, “para lograr una sociedad del cuidado necesitamos un pacto social, cultural y sin duda también fiscal. Un pacto fiscal que ponga la igualdad de género en el centro y no solo en el entorno nacional, sino que también en las arquitecturas financieras en el ámbito regional y global, que pueda contribuir a la reactivación económica, pero a la vez al cierre de brechas de desigualdad. Es urgente que los países inviertan en políticas de cuidado para una recuperación con igualdad y sostenibilidad”.

En el mismo sentido, Cecilia Alemany, Directora Regional Adjunta ONU Mujeres, resaltó el avance en marcos regulatorios y en iniciativas y políticas de cuidados. “Sin embargo, sabemos que con el poco espacio fiscal que tenemos y la tradicional priorización presupuestaria, en términos generales no se ha incorporado la perspectiva de género en los presupuestos nacionales. Tenemos que seguir avanzando en cómo priorizar la inversión pública, pero también en cómo medirla e ir posicionando en el debate las iniciativas y temas o políticas de cuidados como un pilar más de la seguridad social y el bienestar”.

 

La reunión contó con la participación de especialistas de toda la región, quienes realizaron un mapeo de las fuentes de financiamiento que han utilizado varios países que han implementado sistemas nacionales de cuidados. En ese mismo sentido, hubo varias exposiciones que mostraron  los porcentajes del PBI invertido por país y modelos de provisión de los servicios.

 

Las participaciones se enfocaron en varios aspectos, uno de los cuales fue la necesidad de avanzar en los cuidados más allá de su vínculo con los sistemas de salud, y considerar la idea del cuarto pilar de la protección social como un pilar independiente con una mirada sociosanitaria. También se mencionó la preocupación que genera el hecho de que las prestaciones económicas ganan lugar en detrimento de los servicios de cuidados. Esto se da por los bajos costos y va en contra del objetivo de la desfamiliarización de los cuidados y por lo tanto tiene riesgos para la igualdad de género. Frente a ello, se torna necesario buscar mecanismos novedosos de autofinanciamiento para que los sectores excluidos puedan incorporarse a la seguridad social. En ese sentido, plantearon, la pandemia ha mostrado la importancia del estado y también del aumento de la desigualdad, y eso da una oportunidad para encontrar nuevas formas de financiamiento.

 

Las y los expertos se refirieron, también, a la necesidad de pensar nuevas formas y oportunidades de financiamiento, Asimismo, se planteó la posibilidad de una nueva forma de pensar la economía que responda al cambio climático, a cómo se dirigen las inversiones en energía y biodiversidad, y a cómo entender los cuidados en esta transición verde.

 

La inversión en cuidados, concluyeron, tiene grandes efectos ecualizadores en términos de género en todos los países. Se requiere mayor financiamiento a través de la aplicación general de impuestos (mientras más grande es la base, mejor; la formalización del empleo ayudará), pero también mediante alianzas entre el sector público y el privado, y con los sindicatos.