Descripción
En este artículo se analiza la inversión y su relación con el crecimiento de la actividad productiva desde una perspectiva de largo plazo que distingue dos etapas en la evolución de la economía mexicana. La primera abarca de 1960 a 1981, años en que el modelo de desarrollo se centró en la industrialización dirigida por el Estado. La segunda cubre 1988-2015, ya bajo una pauta marcada por una serie de reformas orientadas a priorizar la estabilización macroeconómica nominal y reducir el papel del estado en la esfera económica. En este empeño se examinan las tendencias y fluctuaciones cíclicas de la inversión y del PIB, así como su correlación en las fases de impulso y de retraimiento.