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Mejora del salario mínimo contribuye a reducir la desigualdad, dice la CEPAL

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5 de agosto de 2014|Comunicado de prensa

El Secretario Ejecutivo Adjunto, Antonio Prado, participa en un foro convocado junto al Gobierno del Distrito Federal, el Consejo Económico y Social del Distrito Federal, la UNAM y la Fundación Friedrich Ebert.

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El Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, durante su intervención en el foro, en el que también participó el Secretario Ejecutivo Adjunto de la CEPAL, Antonio Prado (sentado, segundo por la derecha).
El Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, durante su intervención en el foro, en el que también participó el Secretario Ejecutivo Adjunto de la CEPAL, Antonio Prado (sentado, segundo por la derecha).
Foto: Gobierno de la Ciudad de México.

(5 de agosto, 2014) Las alzas graduales en el salario mínimo contribuyen a reducir la desigualdad y no tienen efectos adversos significativos en el empleo agregado, según subrayó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en un foro sobre la materia inaugurado hoy en Ciudad de México.

El encuentro, convocado de forma conjunta por la CEPAL, el Gobierno del Distrito Federal, el Consejo Económico y Social del Distrito Federal, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Fundación Friedrich Ebert, se celebrará hasta este miércoles en el Museo Nacional de Antropología con la asistencia de representantes de organismos federales, cámaras legislativas, partidos políticos, instituciones académicas y organizaciones patronales y sindicales.

En un mensaje emitido durante la inauguración de este Foro internacional sobre salarios mínimos, empleo, desigualdad y crecimiento económico, la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, resaltó el “enorme potencial que la política de salarios mínimos tiene para mejorar el ingreso de los menos favorecidos, promover la desigualdad y fortalecer la demanda interna” que contribuya al desarrollo económico.

El Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, señaló en este encuentro que su país “está sufriendo una nueva oleada de precarización del empleo” y por eso es necesario debatir acerca del fortalecimiento del salario mínimo. “En esa ruta se inscribe este diálogo”, señaló Mancera, en alusión a la propuesta sobre esta materia que su Ejecutivo ha anunciado que presentará en las próximas semanas y que se nutrirá de los aportes de este foro.

El Subsecretario de Trabajo y Previsión Social de México, Rafael Avante, indicó por su parte que el Gobierno federal se propuso tres objetivos en esta área: homologar el salario mínimo en todo el país, desvincularlo de las disposiciones normativas y lograr un impacto positivo en el poder adquisitivo de los trabajadores. Avante llamó además a debatir sobre el salario mínimo “al margen de las posturas políticas”.

En tanto, el rector de la UNAM, José Narro, abogó por equilibrar los logros macroeconómicos con las necesidades microeconómicas de México y a construir, con la participación de todos los sectores, una ecuación que permita reducir la desigualdad y la pobreza.

En esta reunión intervino también el Secretario Ejecutivo Adjunto de la CEPAL, Antonio Prado, quien subrayó que las políticas de salario mínimo en la región deberían basarse en un incremento progresivo, coherente con las políticas macroeconómicas, productivas y de crédito.

Para ello, dentro de otros grandes acuerdos sociales, según recordó Antonio Prado, la CEPAL ha propuesto a los países de la región que alcancen pactos para la igualdad en el mundo laboral que incluyan programas orientados a reducir las brechas de productividad, de ingresos laborales y de calidad del empleo.

Estudios de la CEPAL sobre Argentina, Brasil, Chile y Uruguay indican que la mejora del salario mínimo se ha traducido en una caída de la desigualdad, sin afectar negativamente el empleo. Esto ha tenido lugar en un contexto de crecimiento del empleo y de fuerte formalización laboral.

México, por su parte, es el único país de la región en el que el salario mínimo es inferior (0,66 veces) al umbral de la pobreza, lo que contrasta por ejemplo con el caso de Costa Rica, donde ese monto triplica (3,18 veces) el ingreso equivalente a la línea de la pobreza. Además, según los datos disponibles, casi 14 % de los ocupados en México reciben un ingreso aún inferior al salario mínimo.