En medio de los desafíos de un contexto geopolítico y comercial global en constante cambio, América Latina y el Caribe se enfrenta a los impactos de múltiples crisis, lo que genera dificultades adicionales en materia de empleo, inclusión social, seguridad energética, cambio climático y costo de vida. Con una tasa de crecimiento del 0,8% del PIB en la década 2014-2023, no hay dudas que la región necesita mecanismos innovadores para impulsar una recuperación económica transformadora y avanzar en la Agenda 2030.
En la región de América Latina y el Caribe, que se encuentra en la mitad del camino hacia el plazo establecido para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, solo se ha logrado o se espera alcanzar una cuarta parte de las metas para 2030. Las tres cuartas partes restantes están en riesgo de no cumplirse a menos que se tomen medidas transformadoras para retomar el rumbo. En particular, el progreso del Objetivo de Desarrollo Sostenible 7 presenta desafíos, ya que 16 millones de personas carecen de acceso a la electricidad y 77 millones no disponen de sistemas limpios de cocción (utilizan leña y carbón). Además, el suministro primario de energía se basa en un 67% en combustibles fósiles, mientras que el 33% proviene de fuentes renovables. Aunque la generación de electricidad en la región cuenta con una mayor proporción de energías renovables (59%) en comparación con otras regiones, la gobernanza insuficiente y las redes de transmisión y distribución deterioradas e insuficientes han resultado en inversiones insuficientes y una mayor vulnerabilidad ante los impactos externos.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha identificado 6 iniciativas transformadoras que, si se implementan a gran escala, pueden impulsar un cambio transformador al generar sinergias y efectos multiplicadores para la implementación simultánea de varios Objetivos de Desarrollo Sostenible. La transición energética sostenible y justa destaca por su potencial transformador, considerando la abundante disponibilidad de fuentes de energía renovable, limpia y moderna en la región (como la solar, eólica e hidrógeno verde), las sólidas capacidades y conocimientos en ingeniería existentes, y los minerales críticos necesarios para la transición energética. La CEPAL promueve una transición energética regional justa que requiere un nuevo ecosistema que incluya una gobernanza fortalecida, regulaciones, nuevas políticas públicas articuladas, así como alianzas públicas, privadas y comunitarias a nivel nacional y local.
Para operativizar lo anterior, la CEPAL promueve cinco pilares de acción simultánea para la transición energética a nivel nacional: (1) universalizar el acceso a la electricidad basada en fuentes renovables y reducir la pobreza energética; (2) aumentar la participación de las energías renovables en la matriz energética; (3) mejorar la eficiencia energética en todos los sectores económicos, incluyendo transporte, industria manufacturera y hogares; (4) fortalecer la complementariedad, integración e interconexión entre los sistemas energéticos de la región; y (5) aumentar la seguridad energética regional y la resiliencia frente a impactos externos.
Avanzar en estos pilares también genera nuevos sectores industriales a través del desarrollo de nuevas cadenas de valor, lo que tiene repercusiones positivas en la innovación, la calidad de los servicios, la inclusión y el empleo. Además, las amplias reservas de minerales críticos en la región para la transición verde también ofrecen nuevas oportunidades de transformación productiva, por ejemplo, en el ámbito del almacenamiento de energías renovables.
Con base en los avances de la cooperación regional y las plataformas de múltiples partes interesadas lideradas por la CEPAL, el evento analizará iniciativas de políticas transformadoras para avanzar en la implementación del Objetivo de Desarrollo Sostenible 7 y sus beneficios para otros ODS.
El objetivo principal del evento virtual fue presentar los avances y desafíos de la transición energética y el Objetivo de Desarrollo Sostenible 7 a nivel regional y nacional, y promover la discusión entre representantes de alto nivel de la región para determinar cómo acelerar una transición energética sostenible y justa que impulse el desarrollo sostenible.
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