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Diálogos sobre el futuro del Uruguay. Tema: “Inserción Económica Internacional”

26 de octubre de 2023|Discurso

Palabras de Apertura del Secretario Ejecutivo de la CEPAL, José Manuel Salazar-Xirinachs.

Palabras de Apertura del Secretario Ejecutivo de la CEPAL

José Manuel Salazar-Xirinachs

En los Diálogos Sobre el Futuro del Uruguay

Sobre el tema de “Inserción Económica Internacional”

Montevideo, Miércoles 26 de Octubre, 2023

 

Estimado Sr. Nicolás Albertoni, Subsecretario de Relaciones Exteriores

Estimado Sr. Pablo Ruiz Hiebra, Coordinador Residente de las Naciones Unidas en el Uruguay

Estimados y estimadas participantes, amigos y amigas,

 

Es un placer y un honor para mí participar de este evento, que es parte de los Diálogos Sobre el Futuro que ha propiciado Naciones Unidas en el Uruguay.

El foco del taller de hoy, la inserción internacional del Uruguay, es un tema de gran importancia para el crecimiento, el desarrollo y los objetivos del desarrollo sostenible en general. Y esto es así porque el comercio y los flujos de Inversión Extranjera Directa, son dos de los  grandes motores del crecimiento y del desarrollo, especialmente en el caso de economías pequeñas como las de Uruguay y Costa Rica, mi propio país.

La inserción a la economía internacional en economías pequeñas puede dinamizar el crecimiento y puede ser muy transformacional, pero el patrón de desarrollo resultante depende no solo de cómo se oriente y conduzca el proceso de inserción internacional sino también de cómo se complemente con políticas internas de desarrollo del talento humano, de infraestructura, de desarrollo territorial, de desarrollo social, para mencionar solo las principales.

 

Varios factores hacen que este seminario sea particularmente oportuno y relevante.

El primero es que la globalización ha cambiado y sigue cambiando. Comprender las tendencias, sus causas, características y consecuencias es clave para repensar y definir estrategias inteligentes de inserción internacional.  

La globalización está cambiando movida por al menos tres fuerzas: la geoeconomía, la geopolítica y la tecnología.

En términos de geoeconomía, la realidad estructural es que la participación de China en la producción mundial pasó de 3,8% en 1991 a 19% en 2021, mientras que la de Estados Unidos cayó de 20% a 16% en el mismo período. En exportaciones en 2021 China representaba el 13% de las exportaciones mundiales mientras que EEUU representaba solo el 9%. Y la realidad estructural es también que China es, o está muy próxima a ser, una potencia tecnológica igual o mayor que occidente, en campos como la revolución digital, la IA y otros. Entonces la economía mundial ya no está dominada solo por los Estados Unidos y Europa, ni únicamente liderada por occidente. Y hay un grupo importante de países de ingresos medios grandes que son un contrapeso económico cada vez más importante para los países del G7.

 

En términos de geopolítica el sistema de comercio multilateral al que estábamos acostumbrados basado en la confianza en reglas comúnmente aceptadas, en la apertura económica y en el que la interdependencia era celebrada, ha cambiado hacia uno en el que la interdependencia es temida, en el que la seguridad se ha convertido en preocupación fundamental: seguridad alimenticia, energética, en cadenas de suministro, y hasta la seguridad vinculada con los fenómenos migratorios. La geopolítica también está redefiniendo la naturaleza de los bloques y las alianzas comerciales, afirmando ciertos tipos de regionalimos y amenazando con debilitar el multilarismo. Existe la posibilidad de una fragmentación creciente del comercio y de las relaciones internacionales a medida que se acumulan tensiones y rivalidades.

Y en términos de la revolución tecnológica, estamos en presencia de una rivalidad que no es solo comercial, sino sobre todo una rivalidad por la supremacía tecnológica entre las grandes potencias en ciertas áreas como tecnologías y estándares digitales, microprocesadores e inteligencia artificial.

Estos cambios están provocando una reconfiguración de las cadenas de suministro a nivel planetario y un reacomodo geográfico de la producción por el llamado nearshoring o friendshoring, y por el uso vigoroso, por no llamarlo agresivo, de políticas industriales en ciertas áreas. Y el reacomodo geográfico de la producción tiene como contraparte un reacomodo geográfico del empleo y de la búsqueda de talento.

A causa de la desaceleración económica mundial y de tendencias proteccionistas, el comercio mundial ha perdido dinamismo sobre todo en materia de comercio de bienes, aunque no tanto en materia de comercio de servicios habilitados por el internet, que más bien han seguido creciendo a tasas aceleradas gracias a la revolución digital.

Todas estas tendencias plantean algunas amenazas pero también plantean muchas oportunidades en terminos de inserción internacional.

Es de rigor reconocer que no solo el comercio está amenazado. La destrucción del ambiente y la desigualdad afectan en mayor o menor grado a todos los países de la comunidad internacional. El cambio climático no se detiene ante esta o aquella frontera; y la desigualdad es un fenómeno global que genera presiones políticas, sociales y migratorias que con frecuencia despiertan respuestas xenófobas y negativas y es parte también de lo que un sistema multilateral fuerte debería poder gestionar.

 

La otra razón por la que este seminario es particularmente oportuno y relevante es porque es importante comprender que una inserción internacional de calidad no es solo un asunto de comercio y de inversión, sino un reto más amplio de desarrollo productivo y de sofisticación tecnológica de cada país. Y esto por dos grandes razones.

Una, porque mejorar la calidad de la inserción internacional requiere cambiar los patrones de especialización, y aumentar la complejidad económica de las exportaciones. Una especialización concentrada en pocos bienes con baja incorporación de progreso técnico, ya sea agrícolas, mineros o de materias primas, hace a los países vulnerables a choques de precios y de demanda, generando un crecimiento más volátil, como nos lo dijo desde la década de los 50s Raúl Prebish y la CEPAL.

Y la otra es que aún si se logra una inserción internacional exitosa en una variedad de sectores de tecnologías medias y altas, y aún si esto se complementa con políticas de encadenamientos productivos, la experiencia demuestra que persistirá un marcado dualismo productivo si no se hacen esfuerzos de desarrollo productivo más amplios, que beneficien también a los sectores no transables, que normalmente son los que generan el empleo y los medios de vida para la gran mayoría de la población.

Por eso desde la CEPAL estamos insistiendo en la importancia de PDPs, complementadas por políticas de ciencia y tecnología y de talento humano. Es clave que los países apuesten a una variedad de sectores impulsores y dinamizadores.

En la CEPAL recomendamos, de manera ilustrativa, una lista de 14 sectores dinamizadores clave que incluyen las energías renovables, la bioeconomía, la economía circular, los sectores farmacéuticos y de ciencias de la vida, el de dispositivos médicos, los servicios modernos habilitados por el internet, la transformación digital, el turismo sostenible, la gestión sostenible del agua, la agricultura para la seguridad alimentaria, la sociedad del cuidado y otros.

Y para el cómo hacerlo recomendamos enfoques como el de las iniciativas clúster, que promueve la cooperación entre todos  los sectores sociales relevantes para el desarrollo de cada aglomeración. Ya no se trata de apostarle solo a la industrialización. Bajo las nuevas condiciones tecnológicas, industria 4.0 ya no se da solo en la industria: industria 4.0 son los servicios modernos y es también la agricultura moderna, donde además está ocurriendo otra revolución, la biotecnológica. Entonces hay que tener banda ancha al pensar en las apuestas productivas y la diversificación productiva de un país en el siglo 21.

Finalmente,  fortalecer la integración regional es un paso necesario en este esfuerzo de reinserción global de la región con patrones más dinámicos de especialización.

Para concluir, en CEPAL y en Naciones Unidas estamos convencidos que la respuesta a las  nuevas tensiones en materia de globalización es más cooperación multilateral, más comercio y más bienes públicos globales. Una discusión como la que tendremos durante esta mañana, con actores destacados del mundo político, empresarial, sindical y académico, nos ayudará a pensar en los caminos y propuestas para una inserción internacional de calidad, así como el papel y la importancia del desarrollo productivo en general en crear un patrón de desarrollo más productivo, inclusivo y sostenible.

Celebro la idea de reunir actores diversos, con distintos intereses y miradas, pero todos ellos con la preocupación común de fortalecer la cooperación, el comercio y el desarrollo productivo en torno a los objetivos del  desarrollo sostenible.

Les deseo un diálogo muy fructífero.

Muchas gracias.