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CEPAL insta a gobiernos a implementar políticas activas para fomentar el desarrollo económico y social

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28 de junio de 2004|Comunicado de prensa

Trigésimo período de sesiones. 28 de junio, 2004

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José Luis Machinea, Secretario Ejecutivo de la CEPAL, inauguró hoy el Trigésimo período de sesiones de esta comisión regional de la ONU.
José Luis Machinea, Secretario Ejecutivo de la CEPAL, inauguró hoy el Trigésimo período de sesiones de esta comisión regional de la ONU.

Al iniciar su Trigésimo período de sesiones, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) dio a conocer el documento Desarrollo productivo en economías abiertas, que servirá de base a la discusión de los delegados asistentes a este encuentro.

Éste presenta las recomendaciones en materia de políticas económicas y sociales que formula esta comisión regional de las Naciones Unidas a sus Estados miembros y asociados para los próximos años.

En el documento, la CEPAL hace un llamado a los gobiernos a implementar políticas públicas activas que fomenten el desarrollo económico y social, y que sean capaces de superar tanto las fallas del mercado como las del mismo gobierno.

Agrega que se hace necesario sustituir la visión que orientó las reformas económicas de la región en las dos últimas décadas -resumida en el concepto de "más mercado y menos Estado"-, por una visión que apunte a "mercados que funcionen bien y gobierno de mejor calidad".

Al hacer un análisis de este período, en el cual la región apostó con fuerza por la integración en la economía global, la CEPAL señala que se alcanzaron algunos logros muy importantes, pero también que aún existen rezagos y temas pendientes. En particular la estrategia adoptada no generó un crecimiento aceptable para reducir la pobreza y la marginalidad. "Es necesario construir sobre lo ya conseguido, pero también es preciso superar las brechas existentes y abordar los temas aún no tratados", dice el texto.

Es así como propone una "carta de navegación" que articule políticas públicas en diversos ámbitos, tomando en consideración y reconociendo las grandes diferencias presentes entre los países integrantes de la CEPAL y la necesidad de respetar sus singularidades.

Además de propugnar un rol más activo del Estado, esta propuesta incluye la necesidad de alcanzar un nuevo balance entre las iniciativas privadas y el interés público, prestando especial atención a la igualdad de oportunidades y a la cohesión social. Para ello se debe poner énfasis en lograr una mayor tolerancia de las diferencias al interior de la sociedad y una mayor disposición al compromiso.

De acuerdo con Desarrollo productivo en economías abiertas, todos los esfuerzos de la región debieran enfocarse hacia la construcción de un futuro inclusivo. "Hoy es necesario movilizar las energías sociales en torno a un proyecto común, que permita establecer acuerdos de largo plazo, explícitos e implícitos, entre el Estado y los actores políticos y sociales, respecto de los objetivos y las secuencias políticas e innovaciones institucionales necesarias para alcanzarlos", señala el documento.

De igual forma, en el ámbito internacional existen una serie de asimetrías que caracterizan la relación entre los países desarrollados y en desarrollo. Al interior de las naciones tampoco hay una verdadera igualdad de oportunidades que permita que prosperen de la misma forma las empresas informales, empresas formales medianas y pequeñas, y grandes empresas, ya sean nacionales o extranjeras. Para evitar estas desigualdades son necesarias políticas públicas activas que apunten a una mayor nivelación del campo de juego, mediante acciones específicas orientadas a remover los obstáculos que afectan de manera diferente a cada una de estas unidades productivas.

Aquí surgen tres grandes tipos de estrategias públicas: las de inclusión, que apuntan a trasladar tantas pequeñas empresas como sea posible del sector informal al sector formal de la economía; las de modernización, que se enfocan a conglomerados productivos (clusters) o cadenas de producción específicas; y las de "densificación", que se dirigen a incorporar más conocimientos en el tejido productivo nacional, así como a establecer una malla más articulada de relaciones productivas, tecnológicas, empresariales y laborales.

La CEPAL agrega que la adopción de estas estrategias diferenciadas exige un aumento considerable de la transparencia de las políticas públicas. Asimismo, es necesario que se pongan en práctica mecanismos de seguimiento y evaluación, que permitan aprender de los éxitos y fracasos.

Además, el documento indica que en las economías abiertas, los instrumentos de política son necesariamente más "suaves".

Por una parte, la normativa internacional, los tratados de libre comercio y varios acuerdos regionales restringen la utilización de muchos instrumentos habituales en el pasado. Por otra, las restricciones presupuestarias y financieras obligan a una mayor selectividad en su aplicación. Todo esto exige focalizar los esfuerzos, aumentar su eficiencia y, sobre todo, encontrar formas novedosas de hacer políticas públicas.

Finalmente, el organismo de las Naciones Unidas recalca que el crecimiento económico es, a la vez, condición y consecuencia de todo lo mencionado anteriormente. Sin embargo, parece una tarea difícil de cumplir si es que no se realizan esfuerzos importantes para aumentar el ahorro interno y mejorar su canalización hacia la inversión productiva. De hecho, uno de los factores que más ha perturbado las decisiones económicas de los países de la región en los últimos años ha sido la variabilidad y volatilidad de la oferta internacional de financiamiento.

De allí que "es conveniente descansar más en las fortalezas propias que depender exclusivamente de las ajenas", concluye el documento de la CEPAL.