Antecedentes
A siete años para llegar al 2030, año en que culmina la implementación de la Agenda 2030 y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), los países de América Latina y el Caribe se han enfrentado a una coyuntura sanitaria, económica, social y ambiental complicada. La crisis provocada por la pandemia del COVID-19 y el conflicto bélico entre la Federación Rusa y Ucrania dieron marcha atrás a algunos de los avances en materia de infraestructura, transporte y logística, alcanzados antes del 2020. Bajo este contexto, la transición hacia un transporte sostenible y eficiente para avanzar hacia el logro de la Agenda 2030 y de acuerdo con los compromisos asumidos tras la firma del Acuerdo de París sobre Cambio Climático es, hoy más que nunca, una prioridad para los países de la región.
Cabe apuntar que una de las principales características de la infraestructura de transporte en la región es su alta concentración en el modo vial, lo cual ha resultado subóptima, potenciando altos niveles de congestión y de emisiones de gases de efecto invernadero. La evidencia apunta al transporte como el sector que provoca las mayores emisiones de dióxido de carbono (CO2) en América Latina y el Caribe. Para disminuir dicha concentración, es preciso ampliar las infraestructuras de transporte, es decir, transitar hacia otros modos de transporte más eficientes y sostenibles, que incluyan el uso de nuevas tecnologías que tengan un impacto menor sobre el medio ambiente. En este contexto, el ferrocarril se vislumbra como una buena alternativa, en una nueva modalidad, para enfrentar los desafíos del cambio climático.
La visión de la UIC para 2030 describe un futuro en vías de descarbonizar el transporte a través de un sistema de movilidad sostenible que promueva la generación de múltiples beneficios para la sociedad. La visión UIC presenta un panorama al final de esta década en el que, con las medidas e inversiones adecuadas, se habrá producido un aumento significativo en la cuota modal del ferrocarril y el transporte público, en el que el ferrocarril podría jugar un rol clave en el sistema de movilidad sostenible en la región.
Para enfrentar las crisis, muchos de los gobiernos de la región exhiben hoy un espacio fiscal más reducido para invertir en otros modos de transporte, lo que hace difícil cumplir con los acuerdos mencionados. Por ello, será preciso avanzar en mecanismos y estrategias creativas y eficientes para promover la participación de otros actores que contribuyan a la creación de nuevas infraestructuras en transporte y se logre el cambio de modalidad y la transición hacia un necesario transporte sostenible y eficiente.
Objetivo del evento:
La CEPAL y la Unión Internacional de Ferrocarriles (UIC, por sus siglas en francés) unen esfuerzos para promover el diálogo entre los distintos actores involucrados para debatir la importancia de un enfoque multimodal de los sistemas de transporte, incluido el papel del ferrocarril como una solución baja en carbono para el transporte de personas y mercancías.
Gobiernos, organismos internacionales, sector financiero y privado, así como expertos en transporte, abordarán los siguientes temas:
✔ Implementar políticas para avanzar hacia un cambio modal en América Latina y el Caribe y análisis de la brecha de inversión y el financiamiento necesario para su implementación.
✔ El papel y las ventajas del ferrocarril. ¿Cuál es su potencial y hacia dónde se dirige en América Latina?
✔ Los beneficios que puede ofrecer el ferrocarril y las oportunidades para los corredores ferroviarios
✔ Cómo avanzar en la multimodalidad y la intermodalidad