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Promover una mayor igualdad no solo ayuda a garantizar los derechos sociales y culturales de las personas, sino que es condición necesaria para acelerar el crecimiento de la productividad, internalizar y difundir la revolución digital, transitar hacia la sostenibilidad ambiental y proveer un marco institucional que permita actuar en un mundo en el que se conjugan grandes desequilibrios con enormes posibilidades, afirmó hoy Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
La alta funcionaria de las Naciones Unidas inauguró la Reunión Interregional del Grupo de Expertos “Priorizando la igualdad en la Agenda 2030”, que se celebrará hasta el jueves 28 en la sede de la CEPAL en Santiago, Chile.
Ante representantes gubernamentales, del sector privado, del mundo académico y de la sociedad civil vinculados al desarrollo social, se presentó el documento conjunto Promoting equality: An interregional perspective, elaborado por las cinco comisiones regionales de las Naciones Unidas.
Alicia Bárcena presentó la mirada de América Latina y el Caribe acerca de La ineficiencia de la desigualdad, análisis que la CEPAL plasmó en un documento homónimo dado a conocer en su último período de sesiones celebrado en mayo de 2018 en La Habana, Cuba.
Durante su intervención, la Secretaria Ejecutiva del organismo regional de las Naciones Unidas afirmó que la desigualdad no es solo problema de una región, sino del mundo entero y subrayó la necesidad de ubicar a la igualdad en el centro de las agendas de desarrollo de los países.
“La atención a la desigualdad es importante no solo porque es injusta sino porque es ineficiente e insostenible. No solamente es un valor ético profundo que debe ser el objetivo final del desarrollo sino también es un problema económico que es insostenible porque no permite promover capacidades para la innovación y para la productividad”, añadió.
La alta funcionaria de las Naciones Unidas señaló que la igualdad es eficiente porque genera instituciones inclusivas y una cultura que recompensa la innovación y el esfuerzo, no la clase social, la etnia, el género o las conexiones políticas.
“Inversamente, la desigualdad genera una cultura de privilegio que cierra oportunidades, reduce capacidades y fomenta un comportamiento rentista en las clases privilegiadas. La cultura del privilegio normaliza las jerarquías sociales y el acceso asimétrico a los frutos del progreso, la participación política y los activos de producción”, afirmó.
La máxima representante de la CEPAL precisó que la igualdad fortalece las democracias y el papel del Estado en la provisión de bienes públicos.
Además, dijo, la igualdad de acceso a las capacidades y oportunidades se vuelve especialmente importante para enfrentar la revolución tecnológica pero también para impulsar la productividad.
“La productividad y la democracia son bienes estratégicos complementarios, no sustitutos, más aún en un mundo sujeto a fuertes tensiones económicas, políticas y ambientales”, agregó.
La Reunión Interregional del Grupo de Expertos marca el cierre del proyecto del noveno tramo de la Cuenta de Desarrollo de las Naciones Unidas "Promoting Equality: Strengthening the Capacity of Select Developing Countries to Design and Implement Equality-oriented Public Policies and Programmes", cuyo objetivo es mejorar la conciencia de las diferentes dimensiones de la desigualdad, fortaleciendo las capacidades de los países para analizar y medir la desigualdad, así como promover la conceptualización, el diseño y la implementación de políticas públicas multidisciplinarias orientadas hacia una mayor igualdad socioeconómica.