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Alicia Bárcena llama a la construcción de un nuevo pacto social que garantice la protección social universal

15 de diciembre de 2020|Noticias

La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL participó hoy en una mesa redonda sobre cohesión social, realizada en el marco de la reunión informal entre los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea y América Latina y el Caribe.

Mesa redonda sobre cohesión social

Mesa redonda sobre cohesión social
Mesa redonda sobre cohesión social
CEPAL

La Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, llamó hoy a la construcción de un nuevo pacto social que garantice la universalización de los derechos, durante una mesa redonda complementaria a la reunión informal de ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea y América Latina y el Caribe, organizada por el Gobierno de Alemania.

El evento Preservando la cohesión social durante la crisis del COVID-19: una agenda para la cooperación EU-LAC fue inaugurado por Miguel Berger, Secretario de Estado del Ministerio de Asuntos Exteriores de Alemania, y Valerie Guarnieri, Subdirectora Ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos.

Junto a Alicia Bárcena participaron Pilar Garrido, Ministra de Planificación Nacional y Política Económica de Costa Rica; Merike Blofield, Directora del GIGA Institute for Latin American Studies; Fernando Filgueira, Profesor de Ciencias Sociales de la Universidad de la República de Uruguay, y Claudia Warning, Directora General del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania. Las conclusiones estuvieron a cargo de Paraskevi Michou, Directora General de Protección Civil y Ayuda Humanitaria de la Unión Europea. La mesa redonda fue moderada por Adrián Bonilla, Director Ejecutivo de la Fundación EU-LAC.

Durante su intervención, la máxima representante de la CEPAL afirmó que la Unión Europea y América Latina y el Caribe necesitan tomar medidas urgentes para superar la crisis provocada por la pandemia del coronavirus (COVID-19), pero sobre todo para construir un nuevo camino para el desarrollo en el marco de una asociación renovada.

Recordó que América Latina y el Caribe es la región más afectada por la crisis del COVID-19 del mundo en desarrollo.

“Tenemos problemas estructurales como una alta informalidad y desigualdad, un sistema de salud muy fragmentado y esto ha llevado a altos niveles de contagios y muertes”, advirtió Alicia Bárcena.

Precisó que en 2020 América Latina y el Caribe registrará una fuerte contracción que, sumada a 7 años de bajo crecimiento, encaminará a la región a una década perdida. Esto llevará a 7 millones de personas al desempleo y serán las mujeres las más afectadas. Tendremos 20 millones más de personas en la pobreza.

Alicia Bárcena alertó que en la región se registra un fuerte deterioro de los estratos medios y precisó que casi 30 millones de personas se desplazarán desde las capas medias a niveles de ingresos más bajos. El 66% de los trabajadores de deciles más pobres no están afiliados a los sistemas de salud o protección social, advirtió.

“El principal objetivo de un nuevo paradigma de desarrollo es que necesitamos un nuevo pacto social y político entre todos los actores de la sociedad, porque requerimos un estado de bienestar universal y sistemas de protección social universales”, subrayó Alicia Bárcena.

Agregó que tenemos que ir más allá de la emergencia y avanzar hacia una protección social universal.

“Necesitamos un nuevo pacto social que incluya la universalización de los derechos. Esta crisis nos mostró que no todo es crecimiento, que la desigualdad define a nuestra región y que la desigualdad niega derechos. Por ello, hemos posicionado la igualdad como la base del desarrollo, ya que no es un resultado, es un motor de crecimiento”, afirmó.

“La igualdad, la productividad y la democracia son estratégicas, no son bienes sustitutivos. Las tres son necesarias”, subrayó.

En su exposición, Alicia Bárcena detalló cinco acciones y tres grandes medidas para una recuperación transformadora con igualdad y sostenibilidad.

Entre las acciones están ampliar o implementar un ingreso básico de emergencia equivalente a una línea de pobreza (143 dólares) durante 6 meses más (para completar un año) a la población en situación de pobreza, con un costo adicional del 2% del PIB; un bono contra el hambre equivalente al 70% de una línea de pobreza extrema (67 dólares) para toda la población que vive en extrema pobreza; ante la estimación de que más de la mitad de los niños vivirán en la pobreza en 2020, la CEPAL propone un subsidio universal para la infancia que podría ser un paso adecuado hacia un Ingreso Básico Universal; aumentar los préstamos blandos y las inversiones no reembolsables para la producción agrícola, y una canasta básica digital para asegurar la inclusión de 40 millones de hogares con un costo del 1% del PIB promedio.

Por su parte, las tres grandes medidas incluyen poner fin a la pobreza para 2030 y avanzar firmemente hacia la igualdad y la protección social universal; construir una auténtica competitividad mediante el avance de las capacidades tecnológicas, en particular la innovación e inclusión digital, y sustituir la dependencia de los recursos naturales y la mano de obra barata; e invertir en la sostenibilidad ambiental mediante la descarbonización de la matriz económica y productiva con soluciones basadas en la naturaleza.

“Nuestra región alberga el 50% de la biodiversidad del planeta. La adaptación es una prioridad”, subrayó.

Finalmente, Alicia Bárcena instó a una profundización de la relación bilateral entre la Unión Europea y América Latina y el Caribe, con énfasis en el financiamiento para el desarrollo en tiempos de COVID-19, en particular para las pequeñas economías de ingresos medios, como Centroamérica y de los pequeños Estados insulares en desarrollo del Caribe, que han alcanzado umbrales insostenibles de deuda y servicio de la deuda.